La Pasión de Cristo se convirtió en arte en Torrecilla de los Angeles. Los decorados del escenario en el que se escenifica la última cena con los apóstoles estaban realmente logrados, la iluminación proporcionaba el ambiente buscado y los efectos especiales servían para incrementar la emoción. El resto, lo más importante, lo pusieron los vecinos de este municipio de la Sierra de Gata, que desde hace 19 años, cada noche de Jueves Santo, dan vida a los momentos más duros de la vida de Jesús.

El alcalde de Torrecilla de los Angeles, José Luis Bravo Matías, ha puesto el listón muy alto. De hecho no cesará en su empeño hasta lograr que el especialista extremeño Reyes Abades ponga los efectos especiales en la edición de 2006, coincidiendo con el vigésimo aniversario de la representación.

Miles de personas (6.000 según los cálculos del ayuntamiento) asistieron a la escenificación de La Pasión este Jueves Santo, motivo más que suficiente, según el alcalde, para lograr que la Junta de Extremadura reconozca la importancia del evento con la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional. Técnicos de la Dirección General de Turismo se desplazaron un año más a Torrecilla de los Angeles para conocer cada detalle de la representación, pero aún habrá que esperar para conocer el veredicto final.

Uno de los momentos más emocionantes de la obra, en la que participan de forma desinteresada 150 actores del pueblo, es la crucifixión de Cristo. El realismo que impregna cada detalle convierte este pasaje en algo magistral, aunque este año muchas miradas -las de todos los vecinos del municipio cacereño de Torrecilla- han estado puestas en la evolución del joven actor Luis Pascual, que daba vida a un soldado, y que se encontraba hospitalizado a consecuencia de una meningitis que, finalmente, le causó la muerte el Viernes Santo.