"La experiencia ha sido tan positiva que han quedado enganchados". Manuel Pulgarín es farmacéutico, de Azuaga y ha participado en un proyecto piloto del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España y Laboratorios Estévez para mejorar el cumplimiento de los tratamientos médicos en personas dependientes. En lugar de dar al paciente las medicinas en sus correspondientes cajas, se trata de elaborar un blister personalizado donde se agrupa cada una de ellas según se tome en el desayuno, la comida, la cena o antes de acostarse. Una medida que facilita la toma de medicamentos entre este colectivo sin coste adicional para ellos, aunque con unas horas más de trabajo para el farmacéutico.

"Son mayores y muchas veces no siguen su tratamiento de forma correcta, se toman un fármaco pero se olvidan de otro, o no se los toman, pero de esta forma se sabe si lo hacen o no y se puede llevar un control más exhaustivo", señala Pulgarín. Sus clientes "han quedado encantados" y aunque se trata de una experiencia piloto, asegura que la seguirá aplicando en su farmacia.

El estudio se ha realizado en la comarca de la Campiña Sur (Azuaga y su área de influencia) y ha puesto de manifiesto que un 70% de los mayores dependientes no sigue su tratamiento de forma correcta. No obstante, se ha observado que después de cinco meses y tras la intervención del farmacéutico, el grado de cumplimiento mejora, pasando de un 40% a un 60%. El incumplimiento, la administración errónea del medicamento y la duplicidad son los principales problemas detectados. Problemas que según los promotores del estudio, quedan resueltos con la dispensación personalizada.

"Los resultados obtenidos en este proyecto demuestran el papel clave que desarrolla el farmacéutico en el uso racional del medicamento y en la mejora de la calidad de vida de los pacientes", señaló Ana Aliaga, secretaria general del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, durante la presentación del estudio.

Además de la botica de Pulgarín, han participado otras tres, de Azuaga, Granja de Torrehermoso y Peraleda del Zancejo. En total, cuatro oficinas que han hecho seguimiento de 17 pacientes dependientes. "Esta es la forma que tiene el farmacéutico de contribuir para que el paciente cumpla con la medicación prescrita por el médico", señaló Pulgarín tras reconocer que la elaboración de los blister individuales conlleva su esfuerzo.

Dado el éxito que la iniciativa ha tenido en la comarca, según explicó Aliaga, la idea es trasladar la experiencia a otras zonas de España a la vez que se sigue trabajando en un ámbito mayor de aplicación. En Extremadura ahora, se trasladará a toda la provincia, puesto que la idea es demostrar la eficacia del sistema para que en un futuro, sea adoptado por las 21.000 oficinas de farmacia españolas. Y todo ello, según Venegas, sin coste para el usuario, sino con una inversión en horas de trabajo que este espera que pronto se solucione con un sistema informático adaptado a estas necesidades tan específicas.