Persona de absoluta confianza de Guillermo Fernández Vara, Víctor Bravo trabajó estrechamente con el actual presidente de la Junta de Extremadura durante el periodo en el que este fue Consejero de Sanidad. En esto, igual que en el hecho de tener un perfil más técnico que político, es algo en lo que coincide con Francisco García Peña, que hace dos meses y medio fue elegido presidente de Caja Badajoz.

Casado y con dos hijos, Bravo nació hace 53 años en Madrid, aunque su familia es cacereña y ha estado vinculado toda su vida a Plasencia y Cáceres. Es licenciado en Derecho y cuenta con estudios de alta dirección. Dentro de su trayectoria acumula ya una larga experiencia en el ámbito de la gestión pública. Ha sido gerente del Hospital Psiquiátrico de Plasencia y durante cinco años ocupó la Dirección General de Planificación de la Consejería de Economía y Hacienda. Fue también jefe del Servicio Territorial de la Consejería de Presidencia y Trabajo y actualmente es gerente del Area de Salud de Plasencia.

Además, el que probablemente va a ser una de las dos personas que conduzcan el proceso de fusión de las dos cajas de ahorros extremeñas ya sabe lo que es participar en un proceso de este tipo. Lo hizo en el que dio origen en 1990 a Caja Extremadura a partir de la unión de Caja Cáceres y Caja Plasencia. Fue consejero general y vocal del Consejo de Administración de esta última entidad, cargos en los que continuó durante el periodo inicial de Caja Extremadura.