Un nuevo frente judicial a la vista. El sindicato PIDE asegura que acudirá a los tribunales si la Consejería de Educación no da marcha atrás en su intención de compensar con otras tareas a los docentes de Religión que perderán horas el próximo curso con la aplicación del nuevo currículo de ESO y Bachillerato. La norma rebaja una hora semanal las clases de Religión en 1º de ESO y en Bachillerato la asignatura, opcional, se cursará junto a Etica.

El sindicato señala que la propuesta de Educación es intolerable. "Pretender que el personal laboral de Religión complete su horario con horas de biblioteca o haciendo funciones de coordinador de convivencia (o quién sabe qué otra sorpresa no tiene reservada la consejería) es quitar un espacio a los profesores que han conseguido su plaza o interinidades bajo los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad" --el acceso de los docentes de Religión está basado en un acuerdo entre la Iglesia y el Estado de 1979--. Denuncia que la preocupación por los docentes de esta materia confesional no la muestra la consejería por la de otras asignaturas, como música o tecnología, que también han perdido horas, y "en ningún momento se les compensó con tanta diligencia", lamenta.

Desde PIDE recuerdan que las horas que desde la consejería se pretenden utilizar para compensar el horario del personal laboral de Religión son también necesarias, en muchos casos, para que otros docentes puedan completar el suyo, por tanto, "se está haciendo un daño a los profesores funcionarios de carrera e interinos". "No entendemos cómo la consejería se ha plegado a las presiones de ciertos sindicatos y a la curia episcopal extremeña. Lo que en un primer momento arreglaron bajando las horas de Religión al mínimo legal, lo estropean ahora de forma fallida y torpe, tras sucumbir a extrañas presiones".

El secretario de Educación, Rafael Rodríguez de la Cruz, garantizó ayer en una rueda de prensa que la compensación horaria a estos docentes "en ningún caso" irá en detrimento de otros colectivos. Insistió en que las propuestas serán negociadas con los representantes sindicales una vez se conozca la reducción de la carga horaria de estos docentes el próximo curso, cuando concluya el plazo de matrícula el 15 de julio. Rodríguez de la Cruz insistió en que el objetivo que se persigue es que "los profesores de Religión no pierdan una carga horaria que pudiera llevarles a una cierta precariedad laboral".

MENOS TAJANTES El resto de sindicatos educativos se muestra menos tajante que PIDE. Desde CCOO señalan que la propuesta ha sido un globo sonda porque no hay nada encima de la mesa, y considera difícil que se sostenga legalmente. El sindicato defiende que la Religión no esté dentro de las aulas y rechaza que se compense a unos docentes sobre otros. Está a la espera de que la consejería explique de qué forma en la legislación va a permitir recolocar a estos docentes. "Es una decisión más política que laboral".

Por su parte, ANPE insiste en que el cambio de currículo no era procedente en estos momentos de incertidumbre política y entiende que se debería compensar a todos los docentes perjudicados por los cambios. De todos modos, y a la espera de que se conozca la propuesta con más detalles, el sindicato estima que la compensación debe ser una salida temporal a un problema generado con la nueva normativa. Desde UGT urgen que se establezca una regulación propia para este colectivo que está en el limbo. "Nos parece bien que se mantenga el empleo pero no podemos perjudicar a otros colectivos", indica al tiempo que defiende que el futuro de estos docentes se debata en la mesa de Función Pública, al ser personal laboral del PAS.

En CSIF también valoran el mantenimiento del empleo y defienden que se tenga en consideración a todos los docentes en la misma situación. "Está en manos de la Junta solucionar los problemas que ha generado innecesariamente".