El piloto sevillano herido en el choque de dos avionetas el martes en Santa Amalia fue trasladado ayer al Hospital Infanta Cristina de Badajoz, donde el servicio de Neurología está tratando una fractura en la columna vertebral que presiona la médula espinal. Al cierre de esta edición, los médicos evaluaban la posibilidad de intervenir quirúrgicamente de esa lesión a Manuel Lozano, de 29 años.

El joven fue estabilizado en este centro hospitalario al que llegó procedente del de Don Benito-Villanueva, donde ingresó el martes en estado grave. El impacto de la otra avioneta contra la que él pilotaba le ocasionó la rotura de varias costillas, además de la fractura en la columna y una hemorragia interna, de la que fue intevenido en el centro hospitalario de las Vegas Altas. Allí los facultativos apuntaron desde el primer momento la posibilidad de que el herido fuera trasladado al Infanta Cristina, si la medicación no reducía aliviaba la presión que la fractura en la columna causaba en la médula espinal.

Por su parte el féretro de A. L. J., el piloto fallecido en este siniestro, llegó ayer por la mañana al tanatorio de Las Quemadas de Córdoba y hoy será enterrado en el panteón familiar del cementerio de San Rafael de la localidad. El hombre, de 60 años estaba casado y tenía dos hijas de 29 y 22 años, una de las cuales se encontraba en Londres en el momento de la colisión mortal entre las dos aeronaves.

Sobre las causas que causaron el choque, ninguno de los responsables de las empresas para las que trabajaban los dos pilotos quisieron tayer hacer declaraciones.