Hay semanas en las que uno tiene la sensación de que si puede pasar algo, terminará pasando. O como diría Miguel Celdrán sobre su etapa como alcalde de Badajoz: "sólo me ha faltado quedarme preñao". Pues ésta ha sido una de esas semanas. Y no lo digo sólo por la renuncia de Celdrán, la muerte de Hugo Chávez , la Sede Vacante, el incendio en la clínica en la que está ingresado el Rey , el plante de los periodistas a la ministra Mato en Nueva York, las tartas de Ikea o la propuesta de un catedrático de pasar de 17 a 13 autonomías, recuperando Castilla la Vieja, Castilla la Nueva y la Comunidad Astur Leonesa.

Esta semana hemos visto a dos nuevos ministros pisando charcos sin necesidad. Ya se lució el ministro del Interior con sus palabras sobre el matrimonio homosexual y la pervivencia de la especie, con críticas incluso en su propio partido, como las del diputado extremeño José Angel Sánchez Juliá . Pero lo que no se entiende es que el ministro Montoro , después de señalar a algunos actores y políticos como posibles defraudadores, dirija ahora su mirada a los tertulianos, como si ése fuese el principal nicho de fraude del país.

Uno de los ministros que no suele meterse en charcos es José Manuel Soria , aunque tenga ahogadas a las renovables, y con ellas a parte del futuro de Extremadura. Esta semana el gobierno de Monago anunciaba el cuarto recurso al Tribunal Constitucional en materia energética en apenas 3 años, esta vez contra la congelación de las retribuciones por producir energía. Una losa más para un sector clave para la región y que no gana para disgustos ni para abogados, con tanto cambio normativo en estos años.

XCON ESTAx decisión, Monago acentúa su perfil propio frente a Madrid y toma el único camino que le deja Soria, vistos los escasos resultados de sus reuniones con el ministro canario el año pasado. Un camino tortuoso y largo, sobre todo si tenemos en cuenta lo que suele tardar este Tribunal en tomar sus decisiones. De hecho, tal y como están transcurriendo los acontecimientos en el sector energético, no sería extraño que cuando el TC quiera pronunciarse, los decretos en cuestión sean ya historia. Al tiempo.

Y lo que para algunos es "histórico" es lo que ha ocurrido este jueves en el parlamento, donde el consenso se abría paso en varias iniciativas. La más importante, porque toca el bolsillo de los extremeños, es el acuerdo para rebajar el canon del agua entre un 25 y un 30%. Es un buen inicio, aunque la negociación de verdad llegará en un mes. El gobierno deberá presentar su propuesta, que coincidirá básicamente con esta rebaja del canon, y el PSOE intentará incluir la reducción del céntimo sanitario, con la esperanza de que IU una sus fuerzas. Aquí, y pese a que la oposición tiene mayoría parlamentaria, el gobierno tendrá la última palabra, porque podrá vetar cualquier iniciativa que suponga una reducción de ingresos, es decir, de impuestos. Vamos, que PSOE e IU no podrán ir por libre, tendrán que contar con el PP.

Además, los 3 grupos parlamentarios aprobaron de forma conjunta el Plan de Mejora del Comercio Minorista, importante acuerdo aunque "de mínimos", que quedó ese día ensombrecido por la petición de las grandes superficies de ampliar horarios y festivos. También aprobaron, de forma inicial, el proyecto de Ley de Gobierno Abierto, una ley de transparencia y participación que tiene artículos que el Consejo Consultivo ha tachado de "revolucionarios" para regocijo del diputado Víctor Casco , que disfruta llevándole la contraria a este grupo de "dinosaurios", como dijo textualmente. Aquí, como con las renovables, habrá que esperar lo que decide Madrid, porque el Congreso tramita una ley estatal que podría recortar la extremeña.

Con estos antecedentes, y con los datos del lunes encima de la mesa, se preguntarán: ¿por qué no llegan a más acuerdos contra el paro? Pues básicamente porque en este punto parece que hablan en frecuencias y tiempos verbales diferentes: la oposición pide más empleo público, y el gobierno responde que ese modelo está agotado y que la vía es la del emprendimiento. El PP defiende que sus reformas son a medio y largo plazo y PSOE e IU las exigen a corto. Así ya me dirán.

Y donde tampoco se pusieron de acuerdo los partidos fue en valorar la marcha del alcalde de Badajoz. La oposición olvidó la máxima del Gran Capitán de "a enemigo que huye, puente de plata", y criticó la decisión del ya exalcalde cuando tendrían que estar encantados con ella. No sólo no tendrán ya enfrente un rival imbatible, sino que dispondrán de dos años para intentar "quemar" a su sucesor. Y es que Francisco Javier Fragoso recibirá de Celdrán el próximo viernes un bastón de mando con doble filo: tendrá el importante escaparate de la alcaldía, pero también todos los problemas de la ciudad, media legislatura por delante para probar su valía y la inevitable sombra de su mentor. Es su momento.