La inauguración, hoy en Guadalupe, de un espacio de acogida e información y un área de aparcamiento para peregrinos y visitantes pone punto y final al programa de recuperación de la Vía de la Plata a su paso por la comunidad autónoma. Este plan, incluido en el proyecto Alba Plata, desarrollado por la Junta de Extremadura, comenzó en el año 1998 y en él se han invertido más de 19 millones de euros.

El Monasterio de Guadalupe, alejado del trazado del camino, se une con esta intervención a la Vía de la Plata por ser centro de peregrinación desde la Edad Media y enclave de referencia para los viajeros que caminaban hacia Santiago de Compostela.

El aparcamiento que inaugurará esta mañana el consejero de Cultura, Francisco Muñoz, está situado en la entrada del municipio, en la antigua carretera CC-713, en un lugar llamado acimelería , destinado en su origen a guardar las bestias y aparejos. El nuevo espacio, realizado por el arquitecto Justo García Rubio, tiene una capacidad estimada para unos 135 coches y 27 autobuses, y dispone también de un área de acogida y de información para visitantes, así como aseos y otras instalaciones.

34 INTERVENCIONES A través de Alba Plata se han ejecutado 34 intervenciones entre trabajos de recuperación y señalización del camino romano a su paso por Extremadura, centros de interpretación, albergues, rehabilitación de edificios religiosos, fortalezas y castillos, yacimientos arqueológicos y un estudio de los puentes de la Vía de la Plata.

Una vez finalizado, el objetivo del Ejecutivo autonómico es potenciar el uso del camino como recurso turístico y cultural, para lo que la Consejería de Cultura ha iniciado conversaciones con las otras regiones por las que pasa la Vía de la Plata --Andalucía, Castilla León y Galicia-- para la recuperar todo el trazado e impulsar conjuntamente la candidatura para la declaración de Patrimonio de la Humanidad.

Los 300 kilómetros de la Vía de la Plata a su paso por Extremadura han sido divididos en 17 tramos de entre nueve y 30 kilómetros cada uno, según la dificultad del terreno. La infraestructura situada entorno al camino se completa con diez albergues turísticos con 45 habitaciones y 200 plazas, para lo que se han rehabilitado conventos, ermitas, casas tradicionales, un palacio y una antigua almazara.