No hay estadísticas específicas, pero según se deduce de diversos estudios médicos el Servicio Extremeño de Salud (SES) estima que entre 12.000 y 18.000 extremeños padecen algún tipo de demencia en Extremadura. Al contrario de lo que muchas veces se piensa, esto no significa que sufran una enfermedad psiquiátrica, sino otras patologías que se caracterizan por el deterioro de sus funciones intelectuales (razonamiento, memoria...), que les impide desarrollar con normalidad su vida diaria, es decir, les convierte en dependientes. Para atender y prevenir estos problemas, Extremadura cuenta con un plan específico, el PIDEX, que ya ha dado servicio a más de 3.000 personas.

Se trata sobre todo de pacientes que padecen una demencia degenerativa --principalmente, la enfermedad de Alzhéimer, pero también otras como la demencia frontotemporal, por cuerpos de Lewy, vascular...--, es decir, aquella que va empeorando de forma progresiva. Este fue el primer grupo de trastornos cognitivos que decidieron abordar desde el Plan Integral de Atención Sociosanitaria al Deterioro Cognitivo (PIDEX), que también va dirigido a las personas que sufren un daño cerebral sobrevenido --por un traumatismo craneoencefálico, accidente cerebrovascular (AVC)...-- y síndromes neuropsicológicos del desarrollo --trastornos de aprendizaje...--.

PACIENTES POTENCIALES En general, todos estos pacientes pueden acudir a las consultas de deterioro cognitivo, que se crearon con el inicio del PIDEX, en marzo del año pasado, y que solo hasta diciembre ya habían alcanzado las 6.192 consultas. Están ubicadas en seis de las ocho zonas sanitarias --todas excepto Coria y Navalmoral de la Mata, que se incorporan a las áreas de Cáceres y Plasencia, respectivamente-- y mejoran, gracias a la colaboración entre neurólogos y neuropsicólogos, el diagnóstico y atención a la demencia. Los servicios de Atención Primaria (puerta de acceso al sistema) derivan a estas consultas a cualquier paciente que presente o se sospeche que pueda padecer una alteración de tipo cognitivo.

En primer lugar, dicho paciente será atendido por un neurólogo que le prescribirá, si lo considera necesario, una visita al neuropsicólogo, con objeto de detectar si efectivamente sufre algún tipo de demencia y, en caso de que sea necesario, diseñar el tratamiento más adecuado a su problema. Posteriormente, será el equipo de Atención Primaria el encargado de supervisar periódicamente la evolución del enfermo, que también acudirá cada seis meses a las consultas especializadas.

A esta mejora en la atención especializada, se unen otros servicios que la Junta de Extremadura ofrece de forma pionera. "Somos una de las pocas comunidades, incluso quizá la única, cuya administración ofrece servicios residenciales exclusivos para pacientes con demencia y cuenta además con equipos de estimulación cognitiva", destaca el coordinador del PIDEX, Pablo Duque. Según detalla, la región cuenta con 197 plazas públicas para personas con demencia, así como con 20 terapeutas ocupacionales que se encargan de la estimulación y rehabilitación de estos pacientes.

Así, entre marzo y diciembre del año pasado, 270 pacientes recibieron estas sesiones, que son individuales y se dan dos o tres veces a la semana, de modo que en total se registraron 16.227 en toda Extremadura. A través de este recurso, detalla Duque, "se llevan a cabo sobre todo acciones de rehabilitación cognitiva, es decir, ejercicios para mejorar las funciones mentales del paciente". Los terapeutas ocupacionales están coordinados con las consultas de deterioro cognitivo y llevan a cabo su función en los centros de salud y de día y hogares de mayores.

Además, el PIDEX también tiene previsto añadir otros recursos complementarios próximamente. El que se incorporará de forma más inmediata es el Teléfono de la Demencia, que según el coordinador del plan estará disponible en breve con un funcionamiento similar al Teléfono del Mayor. "A través del mismo, se informará sobre los trastornos, prestaciones, etcétera, e incluso se asesorará a los enfermos y sus familiares o cuidadores en momentos de crisis", indica Duque.

También están trabajando ya en la puesta en marcha de un programa de prevención de los trastornos cognitivos, en términos parecidos al proyecto El ejercicio te cuida , en el que se fomenta la actividad física como forma de prevenir enfermedades, especialmente entre las personas mayores. Para el director del PIDEX, es fundamental comenzar a trabajar en este sentido, porque considera que "el deterioro cognitivo, con algunas medidas preventivas, puede no aparecer en personas predispuestas a padecerlo".