Hoy, como hace un mes, las aguas siguen bajando revueltas para los regantes extremeños. Las subidas en las tarifas eléctricas y de uso de las infraestructuras hidráulicas mantiene en pie de guerra a un sector que se siente injustamente tratado, con la convicción de haber hecho sus deberes y el sentimiento de estar siendo víctima de un abuso por parte de las confederaciones hidrográficas.

Las comunidades de regantes han realizado un esfuerzo en los últimos años, con costosos proyectos de modernización de los sistemas de riego, para reducir costes y ahorrar agua. Hasta 200 millones han invertido en modernizar sus explotaciones, lo que constituye el proceso más ambicioso en el que se ha embarcado el sector desde que a principios de los setenta terminó de ejecutarse el Plan Badajoz, el programa de actuaciones agrarias que transformó las Vegas del Guadiana en un productivo vergel de frutas, verduras y hortalizas.

"Sin duda, esto es un hito histórico", reconoce Miguel Leal, presidente de la comunidad general de regantes del Canal de Orellana, en la que también se integran las tres comunidades de Vegas Altas I, II y III. Juntas suman 8.000 agricultores que, en los últimos años, han realizado proyectos de modernización por valor de 45 millones de euros. En concreto, han sustituido acequias, instalado tuberías de PVC, impermeabilizado juntas y reparado grietas. "El objetivo era solucionar los graves problemas de pérdida de agua que sufríamos, porque las canalizaciones y acequias tenían 50 años de antigüedad, estaban muy envejecidas y tenían muchas fugas", explica Leal, que estima que ahora ahorrando entre un 20 y un 30% en el consumo hídrico gracias a estas obras.

Seiasa financia el 70%

Junto a ellas, otras 11 comunidades de regantes de la región han realizado, están ejecutando o tienen aprobados proyectos similares. Son las comunidades de las dos márgenes del Alagón, de El Torno, de Barrado, de la Garganta de Honduras --todas éstas en la cuenca del Tajo--, Montijo, Talavera la Real, Entrerríos, Guadiana del Caudillo, Mérida y Canal del Zújar. En total suman inversiones

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