El Sistema Institucional de Protección (SIP) que Caja Extremadura ha acordado con CajAstur, la CAM y Caja Cantabria no supondrá ninguna reducción "significativa" de puestos de trabajo en la plantilla de la entidad extremeña. Su presidente, Víctor Bravo, quiso transmitir ayer un mensaje de tranquilidad a los empleados de Caja Extremadura: "No va a haber ninguna situación traumática para los trabajadores", dijo. Las razones son, argumentó, que la red de oficinas de la caja está "muy bien dimensionada" y que apenas existe solapamiento con el resto de entidades. "Eso no quita que haya que hacer algún pequeño retoque", puntualizó el máximo responsable de Caja Extremadura, que añadió que estos cambios se irán desarrollando de "una forma paulatina" bien a través de prejubilaciones o bien mediante incorporaciones a otros puestos "siempre con el beneplácito de los trabajadores que se trasladen". En este sentido, explicó que el objetivo es que la entidad resultante de la unión solo asuma aquellas labores que no puedan prestarse desde los propios servicios centrales de las cajas integrantes.

Bravo compareció ayer junto al director general de Caja Extremadura, Miguel Angel Barra, para detallar la decisión que el consejo de administración de la entidad financiera tomó el pasado miércoles de aprobar este proceso de integración. Posteriormente, se reunió con representantes de los trabajadores para darles a conocer el proyecto.

Bravo recalcó una vez más que "la caja no solo no desaparece, sino que se potencia", por lo que pidió que no se hable de fusión, sino de una integración de cajas en una alianza "que pretende constituir un grupo puntero en el ámbito nacional". Por tanto, incidió en que esta entidad seguirá atendiendo a sus clientes "con su misma imagen, con su misma marca, con su misma personalidad, exactamente igual. No hay nada que temer".

Bravo no concretó en qué fecha podría estar operativo ya el SIP, si bien confió en que antes de que acabe el año estén finalizados todos los trámites para constituir el grupo. En cualquier caso, el hecho de que se vaya a solicitar financiación al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) obligará a presentar al Banco de España antes del 15 de junio la solicitud de suscripción a este fondo, y a elaborar antes de acabar el mes próximo un plan de integración.

La participación que tendrá Caja Extremadura en el SIP será de un 11%, el doble de lo que le correspondería por su tamaño, algo que Bravo valoró muy positivamente y que atribuyó a las buenas ratios de la entidad y a "una buena negociación". Fruto de esta fusión fría se creará un banco: "Nos gustaría que fuera una agrupación de cajas, pero es una figura que no se ha desarrollado jurídicamente y no hay posibilidad de desarrollarla", indicó Bravo que, sin embargo, negó que esto pueda poner en peligro la naturaleza jurídica de las cajas. "El banco no será el dueño de las cajas, las cajas lo serán del banco", arguyó.