En Extremadura el número de perros en relación al número de habitantes es significativo e insinúa que los extremeños disfrutamos especialmente de la compañía de estos animales.

En zonas específicas de la provincia de Cáceres parece que este amor por los animales es mucho más intenso.

Treinta y un municipios en total cuentan con más perros que personas. Y eso teniendo en cuenta que sólo se contabiliza los perros con microchip, por lo que se prevé que haya muchos más.

Donde hay una población canina significativa es en Garvín. Allí habitan 98 vecinos y 442 perros. Es decir, que cada habitante de Garvín tiene, de media, de cuatro a cinco perros.

Algunos municipios donde los perros doblan a los humanos son: Peraleda de San Roman, Fresnedoso de Ibor, Valdecañas de Tajo, Segura de Toro o Garciaz.

En La Garganta se encuentran en la situación opuesta. Por estadística, sólo uno de cada diez residentes tiene uno de estos animales.

Tampoco hay mucho aprecio por ellos en Ladrillar, El Torno o Guijo de Santa Bárbara. Cada cinco o seis personas habita un perro en estos municipios.

Berzocana y Guadalupe son los dos únicos lugares donde perros y personas existen exactamente en la misma proporción. 437 perros por 437 habitantes y 1.887 perros por 1.887 habitantes respectivamente.

Talayuela es donde hay más perros peligrosos, sin contar con Cáceres, Plasencia, Navalmoral de la Mata y Coria, donde necesariamente la cantidad de los mismos es mucho mayor por la densidad de población. Es llamativo el caso de Cabezuela del Valle, con dos perros peligrosos menos que Talayuela pero cinco mil habitantes también menos.