La capital española es hoy el marco de una reunión entre el ministro de Economía de Portugal, Alvaro Santos Pereira, y el titular de Fomento del Gobierno español, José Blanco. Santos acude a Madrid con la intención de enterrar sine die el AVE de Lisboa a Badajoz e intentar convencer a España de esta suspensión. A cambio, viene con propuestas para mejorar el transporte ferroviario de mercancías entre los dos países vecinos. Fuentes oficiales lusas señalan que Santos explicará a su homólogo español que la "falta de dinero" derivada de la crisis económica que afecta a Portugal hacen imposible la puesta en marcha de una infraestructura, la del AVE, que regiones como Extremadura o Alentejo consideran estratégica para su desarrollo.

Los dos dirigentes políticos abordarán la promoción del transporte ferroviario de mercancías con Europa para impulsar las exportaciones. Una idea que lanzó hace unas semanas Santos durante una comisión parlamentaria. El ministro luso considera la paralización del AVE como una medida coyuntural de ahorro ante la crisis: "Si hace diez o quince años tenía sentido, en este momento podría tener consecuencias para el país".

La postura portuguesa no ha variado desde el pasado mes de junio, cuando el conservador Pedro Passos Coelho llegó al Ejecutivo del país luso. Ya entonces anunció la suspensión del tramo luso del AVE, con lo que incumplía el acuerdo bilateral suscrito por España y Portugal en Figueira, según el cual se compemetían a unir Lisboa y Madrid por AVE en 2 horas y 45 minutos. El parón no dejó indiferente a nadie y desató la polémica en Extremadura y también en el Gobierno central sobre la continuidad o no del proyecto. En la reunión de hoy se pretende también analizar de forma general la situación del transporte ferroviario, las infraestructuras y las conexiones fronterizas entre ambos países. España y Portugal no celebran una cumbre bilateral desde enero del pasado año.

José Blanco ha reconocido que el parón del AVE en Portugal puede afectar a la llegada de fondos europeos para la obra, lo cual podría condicionar los plazos previstos para acabar la infraestructura entre Extremadura y Madrid.