La directiva europea es muy clara, cuando hay un proyecto con impactos transfronterizos el estudio de impacto ambiental del mismo debe incluir a los dos países implicados y esto no ha ocurrido con el Almacén Temporal Individualizado (ATI) de Almaraz», asegura el ministro de Medio Ambiente portugués, Joao Matos Fernándes.

Con este argumento, el gobierno de Portugal anunció ayer que reclamará a la Unión Europea (UE) -y en concreto a la Comisión- que intervenga para que se haga una declaración de impacto ambiental transfronteriza del almacén de residuos nucleares que se quiere construir en la central nuclear de Almaraz. Esta decisión la dio a conocer el ministro luso ayer en Madrid tras terminar sin acuerdo la reunión que mantuvo previamente con la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina y el ministro de Energía, Álvaro Nadal.

SIN ENTENDIMIENTO/ El ministro portugués viajó hasta la capital española con el objetivo de llegar a un entendimiento con el Gobierno de España para que la declaración de impacto ambiental (DIA) del ATI de residuos nucleares que se va a construir en la planta de Almaraz estudie también los posibles impactos de la instalación para Portugal, al estar situado a apenas 100 kilómetros de la frontera. El departamento que dirige García Tejerina ya ha hecho la DIA sin incluir a Portugal, lo que ha causado «malestar» entre países «amigos y vecinos», aseguró Matos Fernándes a la Agencia Efe.

A pesar de que el ministro portugués precisó que tanto García Tejerina como Nadal «han hecho un esfuerzo de aproximación a la postura de Portugal», el encuentro terminó ayer sin acuerdo, lo que llevó al ministro luso a adelantar que pedirá la intervención de la Unión Europea para que se haga una nueva DIA en la que esté incluido su país y sus ciudadanos cuenten con un periodo de información pública para poder hacer alegaciones, como ha ocurrido en España. El ministro señaló que los dirigentes españoles -que no quisieron pronunciarse ayer al respecto después de la reunión- le han insistido en que este proyecto no tendrá impactos transfronterizos. Pero lo cierto es que Portugal tiene muchas dudas al respecto sobre esta nueva construcción y sobre la continuidad de la central extremeña.

Los dos reactores nucleares de Almaraz están pendientes de pedir informe al Consejo de Seguridad Nuclear este año para poder renovar operaciones más allá del año 2020, cuando se cumplirían los 40 años de actividad de las mismas. Sobre el ATI, ya cuenta con todos los permisos necesarios para iniciar su construcción en las próximas semanas. Dispone de licencia de obra y la construcción está previsto que dure trece meses y suponga una inversión de 25 millones de euros.

PROTESTAS/ Durante la reunión ayer en Madrid, la plataforma Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA) se manifestó a las puertas del Ministerio de Agricultura. Este colectivo considera que la construcción del ATI en Almaraz responde a la intención del operador de la central de extender su vida útil hasta los 60 años, con el consiguiente aumento de residuos nucleares que esta ampliación produciría.

También hubo protestas por este asunto ayer en Lisboa convocadas por el mismo colectivo. Activistas antinucleares se concentraron frente al Consulado de España en Lisboa para pedir al Gobierno español el cierre de la nuclear y la paralización del proyecto del ATI. El acto en la capital lusa contó con la presencia, entre otros, del líder regional de Podemos. Álvaro Jaén, y colectivos sociales como Marea Granate.