Los dos partidos mayoritarios en la Asamblea de Extremadura, PSOE y PP, volvieron ayer a enzarzarse en un cruce de acusaciones después de que Rodrigo Rato, vicepresidente del Gobierno durante el 11-M, negase a el diario El Mundo haber hablado con Juan Carlos Rodríguez Ibarra tras los atentados para recibir información sobre la autoría de los crímenes, tal y como había sostenido el presidente de la Junta. En este sentido, el portavoz regional del PP, José Antonio Monago, acuso a Ibarra de ser desleal con el gobierno que entonces dirigía José María Aznar y de mentir a la Asamblea autonómica.

Desde las filas del PSOE se insistió en que Ibarra dialogó con Rato para transmitirle la información que le había facilitado el exsecretario de Estado de Seguridad Rafael Vera, quien había contactado con fuentes de los servicios secretos españoles para conocer las líneas de investigación sobre la autoría de los atentados. "Está en las hemerotecas", argumentaron ayer los socialistas. Además, los miembros del Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura en marzo del 2004 aseguraron ayer que Ibarra se puso a disposición del exvicepresidente del Gobierno.

Asimismo, Rodríguez Ibarra ha solicitado comparecer en la cámara regional para responder a las acusaciones del líder del PP en Extremadura, Carlos Floriano, quien le ha relacionado con el caso GAL a raíz de esta polémica sobre el 11-M.