El secretario general del PP de Extremadura, César Díez Solís, dijo ayer en una rueda de prensa que no entiende como Ibarra "sigue poniendo excusas" para no exigir el pago de la deuda histórica, reconocida en el Estatuto de Autonomía de Extremadura, lo que, en su opinión, supone "una puñalada" a esta ley. También se preguntó qué ocurre con la resolución aprobada en la Asamblea en 1998, en la que ésta se cifró en un mínimo de 300 millones de euros.

Por otro lado, afirmó que esperan que el presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, abandone ya la "disciplina de partido" y que su discurso institucional del siete de septiembre, con motivo del Día de Extremadura, sea el de la "rebelión".

Díez Solís lamentó que la Junta "haya cerrado por vacaciones" hasta septiembre y que el Gobierno extremeño se haya marchado a descansar" con las asignaturas fundamentales pendientes" y "los deberes sin hacer".

"Vamos a encarar un año muy importante y aquí nadie sabe qué ocurrirá con nuestro futuro", añadió, tras advertir nuevamente de los peligros que para la región tiene "la negociación insolidaria de Rodríguez Zapatero con Cataluña", ante la que Ibarra, insistió, debe rebelarse.

"Ibarra ha vendido a Extremadura al nacionalismo insolidario", reiteró Solís, que citó un estudio del economista Arturo Barea que pone de manifiesto que el modelo catalán solo beneficiará a Cataluña, Madrid y Baleares, mientras que perjudicará al resto de comunidades.

Además, recalcó que debe aprovechar su discurso institucional para plantear en firme estas reivindicaciones y sus vacaciones para meditar si su continuidad al frente de la Junta "está impidiendo deliberadamente" el desarrollo de la región.