Enseñar a tocar pero sin tocar. Es la situación a la que la ley de incompatibilidades aboca hasta ahora a los profesores de los conservatorios, músicos profesionales que a pasar de ello, por ser docentes no podían más que desempeñar la faceta educativa. Para revertir esa situación la Junta trabaja en un decreto por el que se levantará la restricción sobre las actividades artísticas para que los profesores puedan compatibilizar la docencia con la actividad artística. El texto, que acaba de finalizar la fase de exposición pública. señala que «hay que tener en cuenta que la experiencia profesional de colaboración con las orquestas por parte del profesorado redundaría en beneficio de los propios profesores de los conservatorios al impartir a sus alumnos una experiencia práctica y no solo teórica», porque además, añade no solo se «actualiza la formación en muchos profesores de conservatorios» sino que «redundaría en la formación de los alumnos para su posterior incorporación al mundo laboral».

La ley de incompatibilidades de 1984 impide al personal de las Administraciones públicas dedicarse a más de un puesto de trabajo, salvo excepciones contempladas en uno de sus artículos entre las que no se encuentran las actividades musicales en orquestas. El Congreso ya instó en 1992 a reconsiderar esa limitación en el caso de las enseñanzas artísticas por la «desconexión» que eso originaba entre la actividad práctica y la realidad de los profesionales de las orquestas, e instaba a permitir compatibilizar una segunda actividad «a tiempo parcial» y siempre que no afecte al primer puesto de trabajo como docente. Sin embargo Extremadura nunca hizo uso de esa facultad.

AUGE DE LA ACTIVIDAD/ La Junta entiende ahora que el auge alcanzado en los últimos años por la actividad musical en la región perfila un panorama educativo con conservatorios elementales, profesionales y superiores dependientes de las administraciones local, provincial y autonómica y junto a ello, una Orquesta de Extremadura de carácter público. «Para el alumno es muy importante no solo ver al profesor en el aula, sino también tener la oportunidad de verlo participando en agrupaciones musicales de nivel» al tiempo que «las orquestas necesitan del profesorado como profesionales externos».

De todos los conservatorios extremeños dependen más de 200 docentes. Los dos de la Junta en Cáceres y Almendralejo suman 94 profesionales de distintas especialidades (58 en Conservatorio Superior Hermanos Berzosa de Cáceres y 36 en el Conservatorio Oficial de Música de Almendralejo). Junto a estos, hay otros 98 profesores en los tres conservatorios de música dependientes de las dos diputaciones (23 en el Conservatorio Profesional García Mato de Plasencia, 31 en el Juan Vázquez de Badajoz y 44 en el Bonifacio Gil, también en la capital pacense ). A estos hay que añadir los conservatorios elementales que dependen de las administraciones locales. Todos los profesores se podrían beneficiar de la aprobación de este decreto.

La fórmula para promover esté cambio se está abordando ya a través de un proyecto de decreto con el que se pretende declarar «de interés público» en el sector musical e interpretativo que los docentes de los conservatorios de la región puedan compatibilizar la actividad formativa con «un segundo puesto de trabajo» también en el sector público, pero «de carácter secundario», siempre que este se lleve a cabo «en el sector musical interpretativo al servicio de las agrupaciones orquestales de titularidad pública» radicadas en la región. La única condición que se impone es que la jornada laboral en la actividad secundaria «no podrá exceder, en el cómputo semanal, de 12 horas y 30 minutos» aunque se permite rebasar ese límite, «excepcionalmente» y siempre que sea «absolutamente necesario» en la preparación de la programación.

era necesario/ «Era una reforma necesaria y no tanto por una cuestión económica como de formación del profesor», considera Antonio Luis Suárez, pianista y director del Conservatorio Profesional de Música García Matos de Plasencia y director adjunto de la Banda Sinfónica de la Diputación de Cáceres. El planteamiento que hace el músico es que el docente, «además de profesor es artista», lo que supone que los músicos «tenemos que desarrollarnos también como músicos para poder además formar a los alumnos», subraya Suárez. Según su experiencia, como pianista (es su caso) es fácil desarrollar la faceta interpretativa y creativa «pero no es así en el caso de los instrumentistas, que para dar un concierto necesitan hacerlo dentro de una banda u orquesta y no pueden ahora por la ley de incompatibilidades», recuerda.

Suárez reclama además que se trabaje para que el profesorado de las distintas administraciones (hay conservatorios que dependen de la Junta, de las diputaciones y de los ayuntamientos) tenga acceso a los mismos recursos de formación y reciclaje a través del Centro de Profesores y Recursos (CPR) que depende de la Junta. «Ahora los profesores de ayuntamientos y diputaciones no pueden acceder a eso», dice Suárez.