El PSOE de Extremadura advirtió ayer al gobierno regional del deterioro que, a su juicio, se está produciendo en la atención sanitaria en general y la primaria en particular por "los múltiples recortes a los que se le ha sometido" y de la "absoluta falta" de inversión". El secretario de Sanidad del PSOE regional, José María Vergeles, manifestó que la Atención Primaria está sufriendo las consecuencias de las decisiones de los gobierno de Mariano Rajoy y José Antonio Monago "que no creen en un sistema público, eficiente y universal".

A su juicio, la atención primaria es donde debe pivotar un sistema sanitario eficiente y, sin embargo, a la población "se le ha limitado el acceso a este nivel de atención" y ha puesto como ejemplo el cierre de las 21 urgencias rurales o la no cobertura de las plazas de personal sanitario, médicos y enfermeros que tras su jubilación no se están cubriendo. Vergeles mencionó también la limitación del acceso a la población a los medicamentos, ya que al copago farmacéutico se unen la retirada del fármacos por parte del SES de medicamentos de receta electrónica o el incremento de los visados de inspección a los medicamentos sin un criterio científico "sino exclusivamente económico".

El responsable socialista de Sanidad indicó que tampoco se ha desarrollado la Ley de Salud Pública de Extremadura, con la falta de adaptación a la realidad de la prevención y promoción de la salud. El incremento de las listas de espera para hacerse una prueba diagnóstica o una consulta con otro especialista "están suponiendo una limitación importante para la atención sanitaria en el primer nivel de atención", afirmó Vergeles y subrayó que hay áreas de salud donde se tarda más de un año en hacerse una prueba diagnóstica.

El socialista aseguró que además se ha incrementado la burocracia "tanto en papel, como en informática", con la falta de emisión de las tarjetas sanitarias o las últimas modificaciones de la aplicación informática JARA. También denunció que los profesionales han sido relegados a no opinar en la gestión de sus equipos de Atención Primaria y en la oferta de servicios a los ciudadanos "y solo se buscan los criterios economicistas", lo que supone dar la espalda a la realidad de los pacientes por parte del gobierno de Monago.