Los municipios extremeños afectados por la presa portuguesa de Alqueva, construida en el Guadiana, siguen haciendo demandas a EDIA, la empresa pública lusa promotora de la obra, en materia de tomas de agua, caminos rurales e indemnizaciones por varios conceptos.

Olivenza, Cheles, Villanueva del Fresno y Alconchel son las afectadas por el embalse promovida por la Empresa de Desarrollo e Infraestructuras de Alqueva (EDIA), que una vez que se haya completado el proceso de llenado será el largo artificial más grande de Europa, con 250 kilómetros cuadrados de superficie, 35 en territorio español.

Dos años después del cierre de compuertas (8 de febrero de 2002) y cuando el llenado está en la cota 144, las expropiaciones con particulares y ayuntamientos extremeños están cerradas, según confirman los alcaldes de los municipios. También se han arreglado caminos, construido tomas de agua y pagado indemnizaciones por el impuesto rústico, pero estas materias sigue provocando reclamaciones.

FRENTES ABIERTOS Cheles, que vendió 20 hectáreas comunales, tiene varios frentes abiertos. Aunque se han reparado caminos hacen falta otros y no se tiene en cuenta la desaparición de una zona de baños en el Guadiana (se dio la alternativa de hacer una piscina), de unos 600 puestos de trabajo en la agricultura, del impuesto rústico y de caza.

Su alcalde, Angel García, asegura que Cheles quiere resolver estos asuntos desde el diálogo y que EDIA, pese a su buena voluntad, "no resuelve nada", por lo que advirtió de que si no hay soluciones pronto se verán obligados a plantear un contencioso administrativo y a manifestarse en Lisboa y Madrid. García, que critica la actitud de la Junta de Extremadura y del Estado, cree que deberían de ser compensados por Portugal según los acuerdos hispanolusos de 1992 y 1998, que contemplan el impacto transfronterizo en las condiciones socioeconómicas.

Además de los desperfectos surgidos en la toma de agua construida con las primeras lluvias, esta localidad sufrió en verano un problema de potabilidad por la putrefacción de los árboles no talados y que quedaron sumergidos bajo las aguas.

MALA NEGOCIACION El alcalde de Villanueva del Fresno, Ramón Díaz, admite que se negoció mal con EDIA, ya que no reivindicó una compensación por la desaparición del castillo de Cuncos y la construcción de una toma de agua. Este ayuntamiento tiene en marcha un proyecto para transformar 100 hectáreas de secano en regadío y ahora ha iniciado los trámites oficiales para convocar un referéndum con el fin de que los vecinos decidan el destino de los 2,8 millones percibidos por la venta de 550 hectáreas de la dehesa boyal.

Olivenza, que ha perdido 1.300 hectáreas de regadío y frutales, está a la espera de las alegaciones sobre caminos, explica su alcalde, Ramón Rocha, que asevera que los convenios están "prácticamente cumplidos".

El alcalde de Alconchel, Jesús Pérez, señala que han recibido 300.506 euros en compensación por pérdida del impuesto sobre los bienes rústicos, con los que están acometiendo la remodelación del castillo, que contará con un albergue y un hotel. Pérez se quejó de que no se haya valorado la pérdida de jornales en el regadío de Aceuchal, donde se han expropiado 800 hectáreas.

Estos asuntos fueron expuestos a EDIA en la reunión celebrada el 15 de enero en Mérida.