La llegada de las vacaciones trae consigo los viajes a los puntos de destino. Aparte de los preparativos, reservas, maletas y todo aquello que se necesite en el periodo estival, no se pueden olvidar las revisiones oportunas que se deben hacer al vehículo que se utilice en dicho viaje.

Este tipo de revisiones deben incluir como mínimo el estado de los neumáticos, líquido y pastillas de freno, la iluminación, el nivel de aceite, el del refrigerante y del líquido de la servodirección y el buen estado de las correas, según La Unión de Consumidores de Extremadura (UCE). A la hora de realizar estas revisiones, las facturas pueden deparar alguna sorpresa que otra, por el desconocimiento del consumidor de sus derechos y garantías.

Derechos y obligaciones

La UCE indica, que todos los talleres están obligados a exhibir de forma visible los precios aplicables por hora de trabajo y otros servicios y que se ha de entregar una copia de la orden de trabajo, que sirve como resguardo de depósito del vehículo en el taller y refleja los trabajos demandados.

El presupuesto de un taller tendrá una validez mínima de doce días hábiles y, en caso de no ser aceptado por el cliente, este tendrá derecho a la devolución del vehículo en las condiciones en las que fue entregado y sin coste alguno, salvo el previsto para la confección del presupuesto.

La firma del presupuesto servirá al taller como autorización para efectuar en el vehículo todas las acciones comprendidas en el mismo, pero si durante la reparación surgiera la necesidad de realizar nuevas acciones, el taller deberá solicitar autorización para ejecutar las mismas. Todas las reparaciones efectuadas están garantizadas, al menos, por un plazo de tres meses o 2.000 kilómetros, siempre y cuando el vehículo no haya sido manipulado por terceros durante este periodo. En cuanto a la pieza nueva que haya sido respuesta en el vehículo tiene una garantía de dos años y si es de segunda mano de un año.

Piezas y facturas

Igualmente, todos los talleres están obligados a entregar al cliente una factura por los servicios y operaciones llevadas a cabo, que tendrá que ir convenientemente desglosada, especificando las operaciones realizadas, las piezas utilizadas y las horas de trabajo empleadas.

En cuanto a las piezas de repuesto, han de ser oficiales de la marca y si son de repuesto, adecuadas al modelo del vehículo y, únicamente con la autorización escrita del cliente podrán utilizarse piezas usadas, reacondicionadas o no específicas del modelo de vehículo, y siempre que el taller se responsabilice por escrito del buen estado y las garantice, cuando se trate de urgencia justificada o la original se haya dejado de fabricar.

Todos los talleres están obligados a tener hojas de reclamaciones y dárselas al cliente si las solicita.