El tramo de Plasencia a Cañaveral de la Autovía de la Plata se ha convertido estos días en un hervidero de vehículos y trabajadores que se afanan por dar los últimos retoques a un trazado que se inaugurará mañana. El interés del Gobierno en acelerar las obras de la A-66 antes de las elecciones generales traerá previsiblemente de nuevo al ministro de Fomento, Alvarez Cascos, a la región, que aprovechará la jornada del sábado para poner la primera piedra de las obras del tramo de Cáceres a Aldea del Cano.

Este impulso ha sido palpable estos días para los conductores que cubren de forma habitual el tramo de la N-630 que va desde Cáceres a Plasencia y en el que las retenciones han sido mayores debido al trajín de los vehículos de las obras y del trabajo de señalización vial.

En total, serán 22 kilómetros que reducirán considerablemente el tiempo de los conductores en uno de los tramos con más tráfico --el coste de las obras ha superado los 78 millones de euros--, una distancia casi similar (29 kilómetros) a la del tramo que comienza a construirse entre Cáceres y Aldea del Cano y que visitará Cascos el sábado.

La visita

La participación del ministro en estos actos también ha generado interés por la posible presencia en Cáceres de su actual compañera sentimental, la galerista María Porto, que ha acompañado al ministro en algunos de sus actos de fin de semana.

Por otra parte, el Movimiento Social por la Universidad ha mostrado su malestar por la decisión del ministerio de suprimir la entrada norte a Plasencia desde Salamanca, algo que consideran un grave perjuicio para la ciudad.