La falta de ayudas técnicas o personales es una "barrera" para poder participar en las actividades cotidianas para algo más de la mitad de los ciudadanos extremeños con discapacidad, en concreto para el 50,8%, según se desprende de la Encuesta de Integración Social y Salud.

El estudio, que incluye un profundo estudio sobre la discapacidad, fue difundido ayer por primera vez por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y revela que para la mitad de los españoles con discapacidad la falta de ayudas es también una barrera. Las comunidades donde más población con discapacidad declara falta de ayudas son Murcia, Cataluña y Baleares y donde menos en Canarias, Navarra y la Rioja.

La prevalencia de discapacidad en Extremadura es del 17,2% de personas de 15 y más años, un porcentaje superior al de la media nacional que se sitúa en el 16,7%. Según este estudio, a medida que aumenta la edad, las limitaciones generadas por el estado de salud también crecen de modo que, hasta los 44 años, la discapacidad afecta a una de cada diez personas frente a los más de cinco de cada diez entre los mayores de 74 años.

En cuanto a las "barreras" con las que se encuentra la población, el grupo de entre 15 y 64 años destaca las dificultades para participar en actividades de ocio y culturales, la posibilidad de encontrar un empleo y el acceso a la formación. Los mayores de 64 años citan los problemas para salir de casa, la accesibilidad a los edificios y también la participación en el ocio y cultura.