Serán los agentes de la autoridad, es decir, de la Policía Local o Nacional, de la Guardia Civil (incluido el Seprona) e incluso los agentes del Medio Natural. En este sentido, los colegios de veterinarios pretenden firmar convenios de colaboración con cada institución para hacer efectiva esa vigilancia y dotar a los agentes de lectores de microchip. Además, los veterinarios realizarán un control paralelo, ya que la identificación del animal y la comprobación de que tiene el dispositivo y está dado de alta en el registro son "requisitos imprescindibles" para prestar cualquier tratamiento sanitario.