Las cafeterías siguen siendo los lugares estrella de las facultades. Eso y el pulso entre Cáceres y Badajoz son las únicas cosas que parecen no haber cambiado en la universidad, que el miércoles vivió una jornada histórica con las primeras elecciones a rector por sufragio universal. Las mesas electorales abrieron a las 9 de la mañana, pero tuvieron menos tirón que los cafés, que eran la mejor excusa para hacer cábalas sobre el ganador.

En las cafeterías se pronosticaba que habría segunda vuelta el día 16. Profesores, trabajadores y estudiantes hacían sus quinielas, en las que, curiosamente, en todas las combinaciones siempre estaban presentes dos de los cuatro candidatos: Salido y Piñeiro. Una opción de Cáceres (Salido) y otra de Badajoz (Piñeiro) que juntas consiguieron arrebatar hace cuatro años el rectorado a César Chaparro y cuya complicidad se rompió al final del mandato de Salido por discrepancias. ¿Cómo sería un mano a mano en la segunda vuelta entre los dos?

En la Facultad de Filosofía se hablaba de un posible pacto entre Eustaquio Sánchez Salor (Cáceres) y Francisco Duque (Badajoz), un rumor que corrió de forma insistente por toda la universidad durante la mañana del miércoles y que el propio Duque se encargó de desmentir por la tarde.

Luego, al final de la noche, Duque y Salido rompieron las quinielas que se hicieron durante los cafés. Así que la pregunta de ayer era otra: ¿conseguirá Duque un mayor apoyo en Cáceres gracias a Salor o recuperará Salido los votos pacenses que se llevó Piñeiro? Hagan sus apuestas.