La recaudación de impuestos por parte del Estado en Extremadura ha pisado el freno en el arranque del año. Entre enero y abril, los ingresos tributarios en la región fueron de 491,4 millones de euros, casi un 6% menos que en el mismo periodo del año anterior (521,9 millones), según el último boletín mensual de la Agencia Tributaria, dado a conocer ayer. Esta evolución contrasta con la del inicio del 2017, cuando hasta abril se acumulaba un incremento interanual del 9,3%.

En el conjunto del país, aunque la recaudación ha crecido un 4,4% en términos homogéneos, hasta totalizar 70.284,8 millones de euros, la desaceleración es evidente, ya que a estas mismas alturas del 2017 se crecía a un ritmo que era de más del doble, del 10,3%.

La Agencia Tributaria atribuye esta moderación fundamentalmente a dos factores. En primer lugar, a que el crecimiento de los ingresos por IVA, de en torno al 4%, es «menor del experimentado en el 2017, año en el que estos ingresos se beneficiaron de las subidas de precios». En segundo, a la negativa evolución del Impuesto sobre Sociedades debido al elevado importe de las devoluciones de la campaña del año pasado, efectuadas en su mayor parte en los primeros meses de este año, «y al nulo crecimiento de los pagos fraccionados como consecuencia del mal comportamiento de los beneficios declarados por los grandes grupos fiscales».

EL IRPF, MEJOR / En sentido contrario, en el informe se resalta que los ingresos por retenciones del trabajo muestran un intenso crecimiento, tanto en el caso de las grandes empresas como de las pymes, «basado en la creación de empleo, el incremento de las retribuciones medias y la subida del tipo medio efectivo de retención».

En el caso extremeño, el tributo que experimentó un peor comportamiento durante los cuatro primeros meses del año fue el Impuesto de Sociedades, que cayó un 19,2%, de 38,7 a 31,3 millones de euros. También fue a menos la recaudación del IVA, que de los 219,2 millones del 2017 pasó este año a 189,1 millones.

Por contra, sí que se movió en números positivos el IRPF, cuyos ingresos ascendieron en la región a 254 millones de euros, un 3,8% más que el año pasado.