El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España, Andrés del Campo, defendió ayer las obras de regulación y modernización de los regadíos para adaptar los cultivos a las épocas de sequía y aboga por «producir más y mejor, utilizando menos agua y tierra», en pro de la sostenibilidad. Del Campo se expresó así durante la inauguración del Foro del Regadío de Extremadura, celebrado ayer en el Palacio de Congresos de Mérida, junto al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, y el alcalde de la ciudad, Antonio Rodríguez Osuna.

«Debemos adaptar nuestro regadío a poder convivir con esta sequía más o menos periódica», señaló Del Campo, para quien es fundamental la «colaboración» entre las distintas administraciones, lo que ha permitido que España sea «el segundo país del mundo» en porcentaje de riego localizado y de los primeros en valor absoluto. Señaló que las obras de regulación que están aprobadas en los planes hidrológicos son «necesarias», así como un plan nacional, pues precisamente gracias a ellas se ha podido «convivir» con la sequía «pluviométrica» de los últimos años, la cual puede convertirse en «hidrológica» si no se abastece la demanda. Las previsiones, recordó, apuntan a «un aumento de temperaturas, lluvias de carácter torrencial y periodos de sequía más amplios», por lo que si se dispone de esas obras de regulación, «se pueden evitar los daños que producen las inundaciones y disponer de agua en épocas de sequía», informa EFE.

En cuanto a la producción agraria, mencionó que, según la FAO, la productividad tiene que «aumentar mas de un 40% antes de 2030 y más de un 70% antes del año 2050» ante la creciente demanda de alimentos por el aumento de la población. Y a este respecto destacó que «seis hectáreas de riego de secano producen como una de regadío», es decir, que «ocupando solo el 15% del territorio, se produce ya más del 60%», para apostar después por «producir cada año más y mejor para que esa producción sea sostenible, porque hay menos tierra y menos agua per cápita». Por último, Del Campo animó a la Junta a mantener su política actual de apoyo al regadío.

DEBATE / Por su parte, Vara valoró foros como éste que propician «un debate sosegado» en un momento en el que «se simplifican mucho los mensajes», o estás «a favor o en contra» y desaparecen «los matices»; y ante la escasa presencia de mujeres en el auditorio, señaló que se debe seguir fomentando la paridad y la titularidad compartida. El presidente extremeño subrayó la apuesta de la Junta por los regadíos para dar respuesta a las necesidades de la comunidad, un sector en que la región tiene «mucha experiencia», pues hay pueblos que «nacieron para ello», y por la que se han interesado representantes de diversos países africanos.

El presidente considera que lo que significaron los metales y el petróleo en el siglo XX, lo va a significar el agua este siglo, el «mejor recurso» de Extremadura, que tiene «uno de cada tres hectómetros cúbicos de agua embalsada en España» y lo que requiere de «inversión» para garantizar un uso eficiente y sostenible. Por su parte, Rodríguez Osuna enumeró algunas medidas de ahorro de agua en la ciudad y señaló que empresarios se han interesado por dos fincas municipales que suman 120 hectáreas.