La Federación de Comunidades de Regantes del Tajo, que representa a más de 25.000 familias y unas 80.000 hectáreas, ha dado hoy la voz de alarma ante la "crítica" situación que atraviesa el regadío del norte de Extremadura, y ha solicitado la creación de un plan de viabilidad de las zonas afectadas, así como la convocatoria de una mesa negociadora, informa Efe.

"Queremos que se nos escuche, ya que llevamos un año esperando una entrevista con el presidente de la Junta", dijo el presidente de la Federación, Francisco Gómez Rodulfo, quien solicitó una mesa de negociación con las administraciones pertinentes y la elaboración de un plan de viabilidad de las zonas afectadas.

En cuanto a los principales problemas que afectan al regadío del norte extremeño, Francisco Gómez ha citado la incertidumbre creada por un posible trasvase de Valdecañas al Segura "del que nadie nos ha comunicado nada, pero al que nos oponemos de forma rotunda ya que añadiría dificultades a las que ya padecen estos regantes", dijo.

Gómez se refirió a la falta de rentabilidad que provoca la bajada de los precios agrícolas y el incremento de los costes, principalmente de la energía eléctrica, debido al cambio de sistema tarifario.