El lema escogido para este 25 de Noviembre había saltado por los aires a primera hora de la mañana. El «+ de 1000. Cero a partir de ahora» quedaba dinamitado al conocerse que la jornada que conmemora Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer conocía la víctima número 52 del año: una mujer de Tenerife. Tras ese nuevo asesinato, la Asamblea de Extremadura acogía el acto institucional que reivindicó situar la violencia machista como una «cuestión de Estado» y reclamar más reproche social al maltratador.

En ese acto la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín, se felicitó por el hecho de que los cuatros grupos parlamentarios que hayan consensuado una declaración institucional, a diferencia de lo ocurrido en otras instituciones, en alusión al bloqueo de Vox allí donde tiene representación.

Tras un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas, roto por los aplausos, diputadas de PSOE, PP, Cs y Unidas por Extremadura han dado lectura a un texto en el que defendieron la lucha contra la violencia machista «como lo que es, una cuestión de Estado». Instaron a todos los grupos políticos e instituciones «a continuar con la necesaria cooperación institucional» para dar cumplimiento a los acuerdos y medidas del Pacto de Estado que, recuerda la declaración, establece entre sus medidas dedicar mil millones de euros durante cinco años a luchar contra esta lacra.

nos hemos Acostumbrado/ El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, reflexionó sobre la comparativa de víctimas mortales que se realiza entre el terrorismo de ETA y la violencia de género y se preguntó «por qué nos hemos acostumbrado a convivir más pacíficamente», con estas últimas, creyendo que «no va con nosotros».

«Todas las mujeres pueden ser víctimas de la violencia de género», advirtió el jefe del Ejecutivo regional, que ,exigió que se eleve el grado de reproche social «hacia cualquier persona que tenga un más mínimo atisbo de comportamientos violentos» y subrayó la importancia de la educación: «es ahí, sentados pupitre con pupitre donde se fragua realmente la igualdad», apuntó.

Junto a eso, puso en valor el papel del acompañamiento a la víctima, por las familias, por los compañeros y por las organizaciones para combatir su sentimiento de «soledad» y la sensación de «Dormir con miedo y despertarse con angustia».

La artista emeritense Rocío Obregón Carvajal presentó en ese acto la exposición Disidencias,, que se exhibe en la Cámara. Está formada por 15 obras impresionistas que reflejan el rechazo a la violencia machista y también el miedo y la impotencia de la víctima. La poetisa de Navaconcejo, Irene Sánchez Carrón, pronunció además un recital acompañada por un cuarteto de la Joven Orquesta Ciudad de Mérida. Contó historias como aquella que narraba que «la Bella durmiente que despertó antes de que llegara el príncipe».