Extremadura ha perdido 3.483 autónomos desde mayo del 2008, cuando empezaron a dejarse sentir los efectos de la crisis económica. Esta cifra supone un 4,3% de los trabajadores por cuenta propia que había contabilizados en la región en aquella fecha, según un informe elaborado por la Federación de Trabajadores Autónomos (ATA). De esta forma, a día de hoy, en la provincia de Badajoz son 47.762 los autónomos afiliados a la Seguridad Social, 2.120 menos que hace tres años, mientras que en la de Cáceres su número se sitúa en 30.449, tras caer la afiliación en 1.363 personas.

Con todo, Extremadura es la región española donde menos ha descendido el número de trabajadores por cuenta propia. La siguiente región con un comportamiento menos negativo ha sido el País Vasco, con una caída del 6,4%. Según Raquel de Prado, responsable de ATA en Extremadura, el colectivo extremeño de autónomos ha acusado menos los efectos de la crisis que en el resto del país porque "aquí hay sobre todo pequeñas empresas que no dependen tanto de la industria y la construcción", los sectores que, junto a la agricultura, han registrado mayor descenso del autoempleo. "Nuestro sector principal es el comercio que, aunque está también en horas bajas, se mantiene a duras penas", asegura de Prado.

LAS CAUSAS Entre las principales razones de la quiebra de pequeñas empresas se encuentran "los altos índices de morosidad, tanto de las administraciones públicas como de empresas privadas, una gran dificultad para acceder al crédito y la bajada del consumo", destacó la responsable de ATA en Extremadura, quien alertó también de que "a pesar de que los datos sean mejores que los nacionales, se prevén resultados mucho peores en el segundo semestre de año".

A nivel nacional, los datos son más preocupantes. Hasta ahora, la crisis ha acabado con los negocios de 302.116 trabajadores autónomos, pasando de 3.409.008 cotizantes en el 2008 a 3.106.892 en la actualidad, un descenso del 8,9%. Cifras que para Lorenzo Amor, presidente nacional de ATA, son "demoledoras", ya que durante la crisis, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) ha perdido una media de 268 afiliados cada día.

La excepción se encuentra en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, donde el número de autónomos ha crecido un 1,3% y un 6%, respectivamente, durante este periodo. En el resto del país, la tendencia sigue a la baja, destacando la Región de Murcia, donde los trabajadores por cuenta propia descendieron un 13,2%, la Comunidad Valenciana, con una caída del 12%, y Castilla-La Mancha y Aragón, donde la cifra se redujo un 10,1%. También son reseñables comunidades como Cataluña, La Rioja o Canarias, cuyo descenso ronda el 10%. Por provincias, donde más cayó el autoempleo fue en Alicante, Tarragona y Murcia, con descensos superiores al 13%.

SECTORES MAS AFECTADOS Los sectores donde se concentra una mayor proporción de autónomos han sufrido en toda su crudeza los efectos de la crisis. Así, la construcción, tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, aparece como el sector más afectado. Perdió 135.672 autónomos en tres años, casi un 25% menos. Algo menor ha sido el descenso de autónomos del régimen agrícola, que registró 38.057 trabajadores menos, un 12,1%. Y también descendió un 12% el número de autónomos en la industria, lo que supone el cierre de 32.928 empresas. Los únicos sectores emergentes en cuanto al autoempleo son los de la información y comunicación y el de las actividades profesionales, que ganaron un 3,6% y un 2,1% de nuevos cotizantes, respectivamente.

Otro dato destacable es que, de los más de 300.000 trabajadores autoempleados que han registrado la baja en la Seguridad Social, más de 250.000 han sido varones, mientras que solo 48.739 fueron mujeres, por lo que el ritmo de pérdida de empleo autónomo masculino triplica al femenino. En los últimos tres años, los trabajadores autónomos varones han descendido un 12,4%, en contraste con el 4,6% que supone la caída de las mujeres.