Los residuos procedentes de almazaras aplicados directamente sobre los suelos mediterráneos contribuyen a la mejora de sus propiedades, según una investigación de la Universidad de Extremadura realizada por Carla Barreto, dirigida por los profesores López Piñeiro y José Manuel Rato.

En concreto, los restos de alperujo y orujo extractado incrementan los niveles en materia orgánica, nitrógeno, fósforo y potasio, y pueden ser utilizados para recuperar los parámetros óptimos de los terrenos, según informó la Uex.

Además, la repetida aplicación de estos residuos en un suelo de olivar ejerce un efecto altamente positivo en la producción de aceitunas, sobre todo cuando el tratamiento se realiza con dosis bajas.