El Ministerio de Cultura ha finalizado la restauración de un lienzo de Francisco de Zurbarán, perteneciente al Real Monasterio de Santa María de Guadalupe, en Cáceres, que representa la figura de Fray Martín de Vizcaya distribuyendo limosna a los pobres, y que estaba muy afectado por el ataque de termitas. Según la agencia EFE, cuando la pintura fue trasladada al Instituto de Patrimonio Cultural de España se encontraba muy degradada, según ha informado la Delegación del Gobierno en Extremadura. Sobre ella se ha aplicado un tratamiento de consolidación y estabilización del soporte y de la capa pictórica en la zona afectada que permitirá su conservación en la Sacristía del Monasterio, junto al resto de las pinturas realizadas por Zurbarán para este espacio conocido con el sobrenombre de "la Capilla Sixtina extremeña". Las pinturas del Monasterio de Guadalupe, único conjunto de Zurbarán conservado in situ, desarrollan temas de la crónica de la orden de los Jerónimos. Los ocho padres representados por el pintor ilustran, a modo de sermón plástico barroco, los ocho principios que todo aspirante a monje necesitaba desarrollar para conseguir el perfecto cumplimiento de la norma jerónima. Zurbarán demuestra aquí sus grandes dotes para representar las telas, el mimbre del cesto y la superficie del pan, en un alarde de su excelsa capacidad para reproducir naturalezas muertas.