).- El Rey presencia en el campo de maniobras de San Gregorio de Zaragoza el ejercicio FUREX 07, en el que ha participado la Brigada de Infantería Mecanizada "Extremadura" XI y que ha movilizado a 1.300 militares además de numerosos vehículos y materiales, los más modernos y potentes del Ejército de Tierra, informa la agencia Efe. Don Juan Carlos, que llegó al campo de maniobras en un helicóptero a las 10.35 horas, estuvo acompañado por el jefe de la Fuerza Terrestre, el teniente general Pedro Pitarch; el general jefe del mando de Fuerzas Pesadas, el general de división José Manuel Molla, y el jefe de la Brigada de Infantería Mecanizada, el general José Ignacio Medina. En el ejercicio de fuego real han tomado parte activa 1.247 soldados, de los cuales 142 son mujeres, y 146 vehículos, 115 de combate y 31 logísticos y de transmisiones, los materiales más modernos y potentes del Ejército de Tierra, siendo sus elementos más representativos el carro de combate Leopard 2A4 y el vehículo de combate de infantería Pizarro. Con el mismo se pretendía demostrar la potencia de fuego, la movilidad, la flexibilidad y la gran potencia de estas unidades mecanizadas y acorazadas ante un supuesto de que el enemigo ha establecido una posición defensiva. El Rey siguió las explicaciones de las autoridades militares sobre el ejercicio, que tuvo lugar en el vértice Tres Poyetes del campo de San Gregorio y durante el cual se pudo observar una secuencia de ataque de las unidades de la brigada al enemigo, que tienen el objetivo de lograr lo antes posible su derrota con el menor número de bajas posible. Las maniobras llevadas a cabo por la Brigada de Infantería "Extremadura" XI, que se ubica en la base General Menacho de Bótoa (Badajoz), se enmarcan en la fase más avanzada del Sistema de Instrucción, Adiestramiento y Evaluación de las unidades del Ejército de Tierra. El subteniente José Luis Parralejo explica que esta brigada ha participado en diferentes misiones en Kosovo y en Irak, entre otros destinos, y hace hincapié en que está lista para participar en cualquier tipo de misión en cualquier momento que lo requiera el Ministerio de Defensa. Una vez finalizado el ejercicio, Don Juan Carlos visitó el puesto de mando de la brigada, donde conoció de primera mano cómo se aplican las nuevas tecnologías en el desarrollo de este tipo de maniobras, en las que participa personal altamente cualificado. A continuación, Don Juan Carlos fue trasladado en helicóptero hasta el campo de tiro de Boyero, donde presenció un ejercicio de tiro de sección en el que participaron tres carros Leopardo que atacaban a blancos fijos y móviles situados a entre 1.500 y 2.800 metros de distancia. El Rey y las máximas autoridades militares volvieron al punto de origen donde se desarrollaron los saludos al presidente de Aragón, Marcelino Iglesias; al delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández; al alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y al Justicia de Aragón, Fernando García Vicente.