Los Reyes Magos pasaron poco después de las siete de la tarde por la ciudad de Trujillo, a recoger las cartas y los deseos de todos sus vecinos. Para acompañarlos, a la misma hora, salía una comitiva real del Mercado Regional de Ganados encabezada por un grupo de caballistas y por la estrella que guiaba a sus majestades hasta el portal.

Tras ella, seis carrozas engalanadas con diferentes motivos, por cuatro asociaciones de la ciudad, seguían a los magos de Oriente hasta la plaza Mayor.

La primera de ellas era la del rey Melchor, preparada por la Hermandad de la Virgen de la Piedad, que además contaba con otra carroza dedicada a Pinocho.

Poco después aparecía Gaspar, cuyo trono estaba construído por la asociación Entierro de la sardina, que sumaba al séquito un bosque encantado.

Y finalmente, llegaba Baltasar, acompañado por la asociación juvenil de Belén, que por segundo año consecutivo participaba en la cabalgata trujillana, a la que este año, por primera vez, se ha unido la asociación de empresarios de Trujillo.

Tras su llegada a la plaza, Melchor, Gaspar y Baltasar visitaron las localidades de Belén, siguiendo a su asociación juvenil y de Huertas de Ánimas, donde los vecinos les esperaban con un belén viviente basado en las representaciones del misterio del nacimiento de Jesús y repleto de pastores y construcciones elaboradas por la asociación Belén Viviente.

Esta tarde, además, después de pasar la noche repartiendo regalos, visitarán a los ancianos de la residencia Santa Isabel, por petición de la cofradía Nuestra Señora de la Soledad de los Antiguos Cruzados.