Robledillo de la Vera lleva cuatro años consecutivos perdiendo vecinos. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado tenía 272 habitantes pero solo cuatro alumnos en su colegio público San Miguel Arcángel. De ellos, tres alumnos cursan en la actualidad 6º de Primaria y solo uno está en 5º. Esto significa que los tres que están en el último curso de la etapa de Primaria pasarán el próximo año a Secundaria, al instituto, y solo se quedará una alumna en el colegio porque no hay más niños que puedan incorporarse a las aulas.

¿El futuro? No hay. El colegio cerrará sus puertas el próximo curso y en el pueblo ya se veía venir desde hace tiempo. «Me da mucha pena, siempre es muy triste que se cierre un colegio rural porque supone dejar a un pueblo sin vida pero la realidad es que no hay niños, la población está muy envejecida; cerrar una escuela es muy fácil, pero abrirla es otro cantar», cuenta Cristina, la directora de este colegio desde hace dos años. Ella es la única docente del centro a la que se suman otros maestros itinerantes de Música, Educación Física y Religión.

El cierre viene pesando desde hace años sobre este colegio rural y se preveía ya desde que comenzó el curso por una cuestión de números. «A la única alumna que habría el curso que viene le han dado la posibilidad de quedarse y mantener el centro abierto, pero qué hace una niña sola en una escuela». Se trasladará a unos seis kilómetros hasta el colegio de Losar de la Vera.

Atrás quedan años en los que el colegio subsistía con una decena de alumnos y dos unidades educativas. «Hace cuatro años había 12 alumnos». Pero el año pasado ya fueron seis, este son cuatro y el próximo solo uno.