El arzobispo de Toledo en funciones, Braulio Rodríguez, afirmó ayer que la Santa Sede tenedrá que decidir sobre la reivindicación histórica de Extremadura de que el Monasterio de Guadalupe se integre eclesiásticamente en una de sus diócesis y deje de pertenecer a Toledo. Fue tajante al respecto, a preguntas de los periodistas en la inauguración de las VIII Jornadas de Pastoral en la capital manchega.

«Extremadura es una palabra demasiado grande y en la Diócesis de Toledo hay 31 pueblos que son tan extremeños como el resto. A mí no me han preguntado nunca el ser de la Diócesis de Plasencia o de Coria-Cáceres o de Mérida-Badajoz», remarcó monseñor, quien próximamente será sustituido por Francisco Cerro, obispo de Coria-Cáceres.

Braulio Rodríguez señaló que «lo que deben hacer los políticos es no meterse donde no les llaman», para reiterar después que la reivindicación extremeña «es una realidad que tiene que resolver la Santa Sede». «Guadalupe está en territorio español y como cualquier ciudadano que quiera ir yo puedo acudir también. Las barreras me parecen absurdas», concluyó.