Siete mil lechones de una explotación cacereña han tenido que ser sacrificados tras detectarse en algunos animales el virus de la enfermedad vesicular porcina, una de las cinco patologías de declaración obligatoria fijadas por la Organización Mundial de Sanidad Animal. La localización del foco se produjo tras las inspecciones que los servicios veterinarios de la Junta de Extremadura llevan a cabo en todo el ganado que entra en la comunidad autónoma procedente de otro país o región.

Los cerdos infectados se encontraban en una granja porcina en la Finca Arenalejo de Arriba --en el término municipal de Portaje--, promovida por Agropecuaria de Arenalejo S.L. Este complejo de explotación de ganado porcino tiene una capacidad de unas 7.500 plazas de cebo y 600 reproductoras. La finca tiene una superficie de 485 hectáreas. Todos los animales sacrificados eran de raza ibérica pura y otros cruzados de ibéricos con la raza porcina duroc-jersey .

Los animales fueron sacrificados hace tres semanas y enterrados en la misma finca. Esta situación ocasionó la paralización de la actividad para la ampliación de las instalaciones. Durante esta semana, en la explotación seguían trabajando operarios en tareas de desinfección de las naves como fase previa a la entrada de nuevo ganado.

MEDIDA PREVENTIVA Fuentes de la Dirección General de Explotaciones Agrarias de la Junta de Extremadura confirmaron a EL PERIODICO que, aunque los animales no habían desarrollado aún la enfermedad, sí se habían detectado anticuerpos en algunos de los cerdos inspeccionados. Con la enfermedad vesicular porcina, al ser de fácil contagio entre los animales, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación obliga al sacrificio de todos los animales que hubieran tenido contacto con los cerdos infectados. "Lo importante es frenar cualquier conato antes de que se ponga en peligro todo el sector. Es una medida de seguridad para la cabaña ganadera", apuntan las fuentes citadas.

Todo el ganado foráneo es examinado por técnicos de la Junta en un periodo de entre 7 y 10 días desde su llegada. Tras detectarse este foco, la Administración extremeña informó al Ministerio y activó el dispositivo de inspección de las explotaciones porcinas próximas a Agropecuaria de Arenalejo. Ninguna de las inspecciones llevadas a cabo en otras granjas dieron positivo.

Aunque el gerente de la explotación cacereña, Francisco Guerrero, declinó hacer declaraciones sobre este asunto, fuentes del sector ganadero extremeño consultadas por este diario han señalado que el valor del ganado que tuvo que ser sacrificado rondaría los 500.000 euros.