El expresidente de Acorex Manuel José Rodríguez Corrales ha dicho que no sabe si hubo "razones oscuras" en la destitución de su nombramiento, que fue "más breve que el de Juan Pablo I", y ha justificado la salida del grupo por parte de San Isidro de Miajadas en la "falta de confianza y los retrasos en el cobro".

Corrales, de la mencionada cooperativa, estuvo en el cargo desde su nombramiento en la asamblea de socios del 5 de diciembre de 2013 al 13 de diciembre de ese mismo año cuando la Junta emite resolución por la que se invalida esa asamblea y los nombramientos que se desprenden de ella porque había sido desconvocada previamente.

Ante la comisión no permanente de investigación sobre las actuaciones de la Junta en Acorex, ha mencionado que cuanto menos le resulta "sorprendente la celeridad" de la tramitación del expediente para declarar nula la citada asamblea.

Ha reconocido que hubo una reunión de las cinco cooperativas más importantes de Acorex para evaluar el grado de "deterioro" y la "inminente destrucción" del grupo, ante lo cual, y "por responsabilidad", deciden dar el paso de plantear como puntos del orden del día de la asamblea del 5 de diciembre la destitución del consejo rector y el nombramiento de uno nuevo.

Un paso, luego "secundado por otras", por el que se acuerda también que sea "la cooperativa de mayor envergadura la que asuma la presidencia", ha explicado Rodríguez Corrales, quien entiende que el proceso fue "legal".

En su opinión, el problema no era que una cooperativa pequeña, como la de Gévora de José Gregorio Traver, asumiera la presidencia sino la "deriva" que estaba tomando Acorex, con, por ejemplo, la insistencia de la compra de Mafresa que propuso Juan Luis Aceitón, director general de Acorex que a su vez pertenecía a la anterior.

Ha señalado que no tenía sentido cuando ya había una industria de estas características (Acosierra), al tiempo que ha criticado que la sección de fertilizantes se estaba "desmantelando", había "tensiones terribles de tesorería" y se abrían "expedientes sancionadores".

Preguntado por la salida de San Isidro de Miajadas de Acorex, ha argumentado que se produjo por "una falta de confianza" y fundamentalmente por los "retrasos manifiestos en el cobro de las cosechas", algo que "era un clamor por parte de los asociados".

Cuestionado por el PP acerca de la no facturación de los productos a través de Acorex, ha negado que se plantease dejar de entregar productos a la agrupación, con el consecuente perjuicio económico para la misma.

El PP le ha preguntado también si tiene una causa abierta por negar información a los socios de base, además de estar "imputado" en otra "por un delito societario al hacer un contrato de alta dirección a Zapata después de haber sido despedido de Acorex", a lo que ha respondido que la agrupación "retiró" esta última demanda y "pidió el sobreseimiento de la causa al no apreciar delito".

Corrales ha concluido al afirmar que Acorex ha supuesto un "quebranto económico" a la cooperativa miajadeña, con "dos millones de euros por impago de cosechas y un millón de capital social que se puede compensar por la plusvalía en la venta de tomate".