El expresidente de Acorex José Gregorio Traver ha afirmado hoy que a él no le nombró "ni la Junta ni ningún político" y que su candidatura, que fue aprobada por el 83% de los votos de los socios en la asamblea de mayo de 2013, surgió ante "imposibilidad" de las grandes cooperativas "de ponerse de acuerdo" para presentar una.

"Había mensajes de WhatsApp circulando en los que se decía que había que dividir Vegas Altas y Vegas Bajas", ha indicado Traver, que fue presidente hasta enero de 2014, durante su comparecencia ante la comisión no permanente de investigación sobre las actuaciones de la Junta en Acorex y en Caja Rural de Extremadura.

"En Acorex ha habido ansias por el sillón desde siempre y esto impedía a las grandes cooperativas ponerse de acuerdo", ha señalado Traver, para recalcar después que "uno de los valores más esenciales del cooperativismo debe ser la igualdad de todos los socios grandes y pequeños".

Ha mencionado que la asamblea de socios del 5 de diciembre de 2013 "impulsada por las grandes cooperativas", en la que se destituyó el consejo rector, presidido por él mismo, y se nombró uno nuevo con Manuel Rodríguez Corrales, de San Isidro de Miajadas, como presidente, era "totalmente ilegal como se reconoció en su día" y lo que "querían era coger el poder al precio que sea".

Ha insistido en que mientras que él fue presidente, no le mandó nadie, "más que los dueños de las cooperativas", y ha considerado que en el transcurso de las comparecencias "se han dicho verdaderas barbaridades" porque "hay gente que esto lo toma como una revancha porque se les fastidió el invento".

José Gregorio Traver, que sustituyó en la presidencia a Matías Sánchez y en funciones a Teodoro Caldera, ha indicado que Acosierra era "la ruina" de Acorex, porque se creó sin unos "cimientos firmes", y que la propuesta de compra de Mafresa se hizo porque era "a buen precio y se podía utilizar la red de distribución".

Ha reconocido que propuso a Juan Luis Aceitón como director general porque quería rodearse "de gente preparada" y que llegó a él "por mediación de un amigo de Badajoz".

Respecto a su relación con Román Prieto, ha indicado que son del mismo pueblo, Gévora, y que tiene una "buena amistad" con él pero que en ningún caso influyó para que él fuera presidente. "Sabe que conmigo no puede hacer nada, así que ni lo intentaría", ha dicho.

En cuanto al préstamo de la Junta, ha señalado que participó en la suscripción de parte de esa aportación de 10 millones de euros, en concreto de 5 millones, donde se puso como aval la marca Guadalia porque informes de expertos indicaban que era "viable" y donde una de las condiciones era llevar a cabo el plan de viabilidad.

Traver ha lamentado la situación actual de la agrupación: "En un barco si reman cuatro para delante y diez para atrás...se pierde la confianza y un montón de cosas elementales en una cooperativa que además cuando llega la crisis no tiene financiación", para declarar también que "había cooperativas que no facturaban por Acorex".

"Yo entré en Acorex porque quería paz y en vez de eso tuvimos guerra", ha manifestado Traver, a la par que ha apostillado que a la agrupación "la asfixió la falta de facturación por parte de un grupo de cooperativas, las grandes, que facturando una barbaridad dejaron de hacerlo por Acorex, saliendo perjudicados los pequeños, los que no teníamos fábrica en nuestros pueblos".