La Consejería de Sanidad investiga si la falta de comunicación por parte de la residencia de ancianos de Jarandilla de la existencia de un brote de salmonelosis que afectaba a 28 de los 77 internos, evitó que se pusieran en marcha medidas más eficaces que podrían haber salvado la vida de algunos de los cuatro fallecidos.

El consejero Guillermo Fernández Vara, que compareció ayer acompañado de la consejera de Bienestar Social, Leonor Flores, explicó que las autoridades sanitarias sólo tuvieron conocimiento de un posible caso de gastroenteritis el día 12 a través del médico del Punto de Atención Continuada de Jarandilla, pero ningún responsable de la residencia comunicó la gravedad de la situación, que sólo llegó a la Junta a través de una tercera persona, ajena al centro, el día 18, cuando ya habían muerto dos afectados.

"Si se hubiesen dirigido a nosotros, aunque fuese sólo para pedirnos ayuda, quizá se hubiera podido salvar alguna vida", comentó Fernández Vara, quien se mostró convencido de que "no se actuó bien".

En todo caso, el consejero comentó que hay un proceso de investigación en marcha para determinar si los enfermos fueron atendidos correctamente, "porque se trata de personas mayores cuyo tratamiento debe ser vigilado". Una vez finalizada esta investigación, "determinaremos si hay alguna responsabilidad administrativa o si, incluso, hay algo más grave, que sería comunicado al fiscal". Este procedimiento es "paralelo" a las actuaciones que puedan emprender los familiares, varios de los cuales ya han anunciado que estudian demandar al centro. De cualquier forma, el responsable de Sanidad no quiso prejuzgar las actuaciones, e insistió que las investigaciones se centran en determinar si la manipulación de alimentos fue correcta y si, tras surgir el brote, "que, en principio, como cualquier situación de este tipo, es un accidente", se afrontó debidamente, para lo que se tomará declaración a todos los trabajadores.

IRREGULARIDAD Por su parte, Leonor Flores desveló que una inspección realizada por su consejería en el geriátrico el 21 de octubre reveló que se incumplía la normativa referida al personal sanitario contratado por el centro --que, además, carece de médico--, por lo que se envió un requerimiento a sus responsables del 7 de noviembre, "quienes alegaron que sí cumplían, aunque no estamos de acuerdo con lo que manifestaron".

En cuanto la situación actual, con el brote controlado, el consejero de Sanidad comentó que de los siete pacientes que se encontraban ingresados en el hospital de Navalmoral de la Mata, tres han recibido el alta, y cuatro siguen allí. De estos últimos, dos, los menos graves, evolucionan bien, y los dos más graves están en fase de estabilización clínica.

Fernández Vara también aclaró que las muertes atribuibles a la salmonelosis son cuatro. También señaló que en los días en que la situación ha sido más grave, se han producido otros dos fallecimientos en la residencia, pero que el análisis realizado a estos dos ancianos apunta a que su muerte se debió a causas ajenas al brote alimentario.