Las sospechas de Juan Amate, el hostelero de Trujillanos que se ha rebelado contra la ley antitabaco y desde hace una semana permite a los clientes fumar en su local, se han cumplido. Como esperaba, su hostal restaurante recibió ayer la visita de la inspección del Servicio Extremeño de Salud (SES), que ha abierto un expediente contra el bar y remitirá un informe a la Asesoría Jurídica del SES en BAdajoz para que determine si corresponde sancionar al local y con qué cuantías.

Habilitar zonas para fumar en establecimientos donde lo impide la ley y permitir hacerlo en los lugares prohibidos son faltas calificadas como graves y pueden llevar aparejadas multas desde 600 hasta 10.000 euros, o 600.000 en el caso de repetirse. Pero Amate ya lo esperaba y según pudo saber este diario, seguirá adelante con su plan, que se basa en mantener dos zonas en su restaurante --una para fumadores y un espacio sin humo-- "para recuperar las pérdidas que acarrea el negocio desde hace un mes, del 70%"

Amate sospecha que el dueño de otro bar del pueblo lo ha denunciado, pero según la Junta, la inspección se ha realizado por iniciativa de la Dirección de Salud tras conocer las manifestaciones públicas realizadas por Amate sobre su decisión de permitir fumar en el bar.

La idea de este insumiso es que otros hosteleros de la región y el país lo sigan con el fin de organizar una jornada de huelga en protesta, pero lo cierto es que la Confederación de Empresarios del Turismo de Extremadura (CETEX) no lo apoya. Su presidente, José Luis Ascarza, declaró ayer que aunque los hosteleros están en contra de la ley por las pérdidas que ha ocasionado al sector, el de Amate "no son así las cosas y Cetex insta a todos los empresarios a cumplir la ley a rajatabla", puesto que ya se está intentando anular esta modificación de la ley por todos los medios".