Todos los pasos que se dieron para trasladar a Extremadura al ‘paciente cero’ del brote de Navalmoral de la Mata siguieron las directrices sanitarias en ese momento, según defiende la Fundación Cepaim, que gestionó el traslado desde esta persona desde Almería a través del programa de atención a inmigrantes de la Secretaría de Estado de Migraciones.

No se sometió a ningún test al llegar a España porque no presentaba ningún síntoma relacionado con el coronavirus y no era obligatorio hacerlo en ese momento si no había sospechas. La obligatoriedad no entró en vigor hasta el 5 de junio (cinco días después de que esta persona comenzará con los síntomas).

Tampoco se le había hecho por tanto en Extremadura por el mismo motivo. Solo se realizó la prueba cuando comenzó a presentar síntomas y eso fue el día 31 de mayo según los datos que dieron ayer desde la Fundación Cepaim.

«Ante los síntomas, se comunicó entonces a las autoridades sanitarias y se activó todo el procedimiento», aclaran desde el colectivo. Eso supone que se le realizó la prueba, que arrojó resultado positivo, se le aisló y se activó también la cuarentena para las demás personas que habían estado en contacto con él dentro del mismo dispositivo de acogida.

«Seis de ellas han dado positivo y están debidamente aisladas, siguiendo las recomendaciones sanitarias», subrayan. También se realizaron pruebas a los trabajadores de Cepaim en Navalmoral, que han dado negativo.

Estigma

«En todo momento se adoptaron las medidas necesarias y nunca tuvo contacto con la ciudadanía, señalan desde el colectivo, que defiende su experiencia y los 26 años de trayectoria colaborando con las administraciones en la acogida e integración de personas inmigrantes y refugiadas y llaman a la calma a los vecinos de Navalmoral de la Mata. Afirman igualmente, que en el momento en el que esta persona abandona la vivienda en la que estaba «había pasado ya 16 días de cuarentena» «Hemos trabajado en todo momento bajo las directrices que marca la normativa sanitaria», sostienen desde la asociación, donde piden «no hacer caso» de rumores y bulos y no «estigmatizar» a ninguna minoría.