Seis de cada diez parados extremeños de entre 16 y 24 años no han finalizado la segunda etapa de la enseñanza Secundaria. De acuerdo a los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), referentes al segundo trimestre del año, de los 25.200 desempleados que hay en la región dentro de esa franja de edad, 800 cuentan solo con estudios primarios --los hayan acabado o no-- mientras que otros 14.500 se han quedado en la primera etapa de la Secundaria o tan solo tienen titulación en alguna enseñanza para la formación e inserción laboral.

De esta forma, dentro de estos 15.300 jóvenes quedarían incluidas, entre otras, personas con el graduado escolar o en Educación Secundaria (ESO), el bachiller elemental (general, laboral o técnico) y los que cuentan con el certificado de escolaridad. También aquellas con títulos obtenidos en Formación Profesional Ocupacional (FPO), como los del plan FIP --de más de 300 horas-- o los de escuelas taller.

"La época de bonanza económica expulsó a muchos jóvenes de los centros educativos", señala Miguel Coque, secretario de Formación y Empleo de CCOO Extremadura, que añade que gran parte de ellos fueron a parar al sector de la construcción, entonces en plena expansión. Coque reconoce que, tal y como está la situación económica, la inserción laboral de estos jóvenes a corto plazo resulta "complicada". En este sentido, cree que la mejor opción para muchos de ellos es "volver de nuevo a los centros escolares" o bien decantarse por recibir "una formación para el empleo, que aunque sea una enseñanza no reglada, les permitirá tener una certificación profesional". Coque recuerda además que, sin una formación adecuada, estas personas cada vez tendrán más complicado encontrar trabajo, "por una razón de capacidad y de adaptación a los avances tecnológicos".

El problema de la formación no se ciñe, en cualquier caso, al desempleo juvenil. Según los datos que maneja CCOO, de los 117.116 parados que había inscritos al finalizar julio en las oficinas del Sexpe, 23.377, una quinta parte, no tenían estudios o tenían únicamente los primarios.

A pesar de este contexto, apenas el 25% de los convenios colectivos negociados en la región mencionan o establecen algún criterio de acceso a la empresa relacionado con la formación o la cualificación profesional. Y de este porcentaje, tan solo un 7,1% contempla pruebas teóricas o prácticas. "Este dato, por sí mismo, delata la escasa importancia que se da a la cualificación inicial como requisito de acceso a la empresa", se apunta desde este sindicato.