La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha cedido a la presión y decidido paralizar la privatización de la Compañía Española de Tabaco en Rama (Cetarsa), con cinco plantas productivas y 600 empleados en Extremadura. El vicepresidente de la SEPI, Pablo Olivera, comunicó ayer la decisión a los máximos responsables del área agroalimentaria de UGT y CCOO a nivel nacional en una reunión celebrada en Madrid.

En declaraciones a Efe, la secretaria general de FTA-UGT, Blanca Uruñuela, señaló que la sociedad pública considera que "en las actuales condiciones del mercado no parece aconsejable que se proceda a la privatización". La SEPI tiene el 80% de Cetarsa, mientras que el 20% restante es de la tabacalera hispanofrancesa Altadis. Cetarsa se dedica a la adquisición, procesado y comercialización de tabaco en rama para la elaboración de cigarrillos.

EFECTOS PARA EL EMPLEO

FTA-UGT ha reiterado su rechazo a la posible privatización de la compañía ante las consecuencias negativas para el empleo, tanto directo como indirecto, como para los cultivadores y en general para las zonas en las que Cetarsa cumple un importante papel social. No en vano se calcula que en la provincia de Cáceres viven directamente del cultivo del tabaco unas 4.000 familias.

La dirigente de FTA-UGT ha valorado la presión de los sindicatos, trabajadores y ciudadanos de las comunidades autónomas afectadas, como factor determinante para que la SEPI haya rectificado su voluntad inicial de privatización. Cetarsa tiene en torno al 50% del mercado español y la preside Isidoro Hernández-Sito.