Medellín acapara gran parte del patrimonio histórico de la región y a pesar de los esfuerzos por mantenerlo en pie, no es suficiente. Esta localidad vio nacer al conquistador de México, Hernán Cortés. Pero la Iglesia de San Martín en la que se bautizó el 15 de noviembre de 1494 en una pila bautismal de granito que aún se conserva, se está viniendo abajo. La causa: la techumbre del histórico edificio se ha derrumbado en algunos tramos, lo que está haciendo que las filtraciones de agua dañen seriamente el inmueble, sus bóvedas e incluso los frescos que hay en su interior.

Esta iglesia fue declarada Monumento de Interés Histórico Artístico por la Junta de Extremadura en 1990. Data del siglo XIII y fue construida sobre los cimientos de un templo romano. Adosada a ella tiene la capilla del Cristo de la Misericordia que se erigió en el siglo XVII. Fue el relicario donde Medellín veneró a esta imagen durante años, a la que incluso se le atribuyeron milagros.

Voz de alarma

Este templo, también conocido como Iglesia de San Martín Obispo, es uno de los edificios medievales cristianos más antiguos de la provincia de Badajoz. Como edificio construido poco después de la reconquista, posee un ábside semicircular de sillería de tradición románica. Mientras, en su muro meridional existe un gran portada gótica que se fecha entre los siglos XIV y XV, similar a otras existente en Cáceres o Plasencia.

Se ubica muy cerca del castillo, junto al camino por el que se accede a la fortaleza. Por esta riqueza histórica, es objeto de curiosidad de los numerosos turistas que visitan Medellín. Es por ello que tanto el ayuntamiento con el alcalde a la cabeza, como la parroquia a la que se adscribe, han alzado la voz de alarma.

"Es un lugar histórico y emblemático que se está viniendo abajo, y hay que hacer algo urgentemente para evitar que se derrumbe el edificio entero", advierte el párroco Juan Manuel de Miguel Sánchez. Llegó a Medellín en octubre y recuerda la desagradable sorpresa que sufrió cuando descubrió en que situación se encontraba la iglesia. "Incluso algún que otro turista me ha preguntado cómo se han dejado hundir esto así; y yo no he sabido qué contestar". Advierte que los propios vecinos ya están concienciándose del problema y quieren realizar colectas, aunque "sólo hay 2.000 habitantes, y por mucha solidaridad que haya, no podemos sufragar ese gasto".

Por su parte, desde el ayuntamiento se ve con preocupación esta situación. Su alcalde, Antonio Parral, advierte del peligro de convertirse en ruinas si la actuación para su conservación se demora en el tiempo. Reconoce que ha solicitado una reunión con la directora general de Patrimonio pero que aún no ha tenido respuesta, aunque entiende que son muchos las peticiones de reunión que recibe. Afirma que ha enviado a la Junta un dosier en el que incluyen fotografías para mostrar el estado deterioro que sufre el templo.

Hizo una llamada a la reflexión general porque considera que no se trata exclusivamente del patrimonio de Medellín, sino que es de toda Extremadura. "Reconozco que la Junta de Extremadura ha invertido mucho en esta población para la conservación de monumentos, pero la realidad es que el patrimonio existente es muy rico y abundante y necesitamos ayuda".

La recuperación de esta iglesia es un atractivo más para el turismo, y un intento por poner en valor la historia de un pueblo que aún tiene mucho que contar.