La reforma de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) presentada por la ministra de Educación, María Jesús San Segundo, ha tenido una acogida desigual entre la Administración regional y los sindicatos extremeños, que discrepan sobre la viabilidad de los cambios que presentó el lunes el Gobierno a comunidades autónomas y organizaciones sociales durante el Consejo Escolar del Estado.

Mientras que la Consejería de Educación considera positiva la reforma, tanto en la forma como en el fondo, desde los sindicatos CSI-CSIF, PIDE y CCOO sostienen que existen lagunas que podrían impedir la consecución de la educación de calidad que se persigue. En cuanto a UGT, aunque en un principio entiende aceptable la propuesta del ministerio, destaca la ausencia de varios aspectos importantes, por lo que el sindicato cree que el resultado final de la ley dependerá del debate que se produzca. En lo que sí coinciden todas las organizaciones sindicales es en la ausencia de una invitación al profesorado, como un sector fundamental de la comunidad educativa, para participar en los cambios.

PERIODO DE DEBATE De momento, el Gobierno ha fijado un periodo de dos meses para debatir el borrador de la reforma en las diferentes comunidades y consejos escolares, a fin de mejorar el documento.

Angel Benito, secretario general de Educación de la Junta, destaca de la reforma educativa su caracter abierto. "Se quiere que sea un debate sincero, abierto y modificable, porque es la forma para llegar a alcanzar un consenso en beneficio del sistema educativo". En este sentido, Benito insiste en que la ministra "ha dejado claro que la intención es modificar todo lo que sea modificable, ya que se persigue una ley de calidad para todos y hecha por todos".

Para el sindicato mayoritario en la enseñanza en Extremadura, CSI-CSIF, la reforma no responde en principio a la expectativa que se había creado. El presidente del sector Enseñanza, Adrián Vivas, asegura que "prácticamente se eliminan las novedades introducidas en la LOCE y se repone la LOGSE", ya que "vuelve la promoción automática, se elimina la prueba general de Bachillerato y se eliminan los itinerarios".

El presidente de la plataforma de interinos (PIDE), José Manuel Chapado, sostiene que con esta reforma "la incertidumbre vuelve a las aulas" y critica que "todo esto se ha quedado a medio camino de nada".

Al igual que PIDE, desde CCOO, el secretario de Enseñanza, José María Rosado, muestra su "preocupación porque no se haya hecho una apuesta fuerte por la financiación", lo que, asegura, incide en la mejora de la calidad, aunque valora el planteamiento abierto de la reforma.

En cuanto a UGT, su secretario general de Educación, José Muñoz, se muestra expectante y optimista ante el texto presentado por el ministerio, ya que anima a la participación, aunque encuentra algunas carencias fundamentales.