Los sindicatos de la Policía Nacional en Extremadura critican las numerosas deficiencias de los nuevos coches patrulla y los califican de coches-patera. Por ello, solicitan a la Dirección General de la Policía la inmovilización de los vehículos.En declaraciones a Europa Press, el secretario reginal de la Unión Federal de Policía (UFP), Juan Manuel Gordillo, detalla estas deficiencias: "Los asientos no vienen reforzados en la zona lumbar; no tienen faros antinieblas; la emisora está ubicada en la parte baja del vehículo y el habitáculo delantero es de dimensiones insuficientes con lo que un funcionario de 1.80 metros prácticamente no cabe en el vehículo".Estas deficiencias se plasman en un documento firmado por los dos sindicatos y remitida a la Dirección General de la Policía y al Ministerio de Interior para que se subsanen. Para los sindicatos, la mejor decisión a tomar sería proceder a "la inmediata inmovilización de los vehículos", ya que, según denunció el delegado en prevención de riesgos laborales de la Confederación Española de Policía (CEP) en la región, Francisco José Rodríguez, "los nuevos coches patrulla no se sujetan al espíritu de la Ley de Riesgos Laborales" y podrían producir determinadas lesiones a los agentes. Según este funcionario, el espacio del conductor y del copiloto es tan insuficiente que "algunos agentes se dan con las rodillas en el volante" y otro problema en el que insistió es que "ha desaparecido el reforzamiento lumbar y se están dando casos de lumbalgias". Asimismo, apunta que el carril por el que se desplazan los asientos "no tienen tope" y esto provoca que los agentes choquen con la mampara de atrás. También explica que el vehículo "carece" del sistema de seguridad EPS, que aporta estabilidad al mismo, con lo cual "se complica la labor de los agentes en una persecución". De momento, a la espera de que se mejoren las condiciones laborales de los agentes que patrullan, los sindicatos han repartido cojines entre los mismos, para hacer algo más confortable su trabajo y también para "realizar una protesta simbólica". Por su parte, algunos de los conductores manifestaron la incomodidad de conducir dichos vehículos, así uno de los agentes comenta que "se conducen fatal" y que en su caso tiene problemas porque da con las piernas en el volante e, incluso, señaló que para cambiar el movimiento de pedales es "casi imposible". Otro de los conductores, se quejó de que el espacio para trasladar a los detenidos sea mucho más amplio que el destinado a los trabajadores que permanecen "una media de ocho horas en el interior del coche" y tildó de "vergonzoso" que coches a estrenar presenten "tantos desperfectos".