El Sistema Institucional de Protección (SIP) resultante de la integración de Caja Badajoz con CAI y Cajacírculo reducirá su plantilla conjunta en 330 personas (alrededor del 11% del total). Esa es al menos la propuesta que los representantes de estas tres entidades han trasladado a los responsables sindicales, si bien no han precisado cómo afectará este recorte a cada caja. Lo que sí han asegurado es que el criterio fundamental a la hora de gestionar las bajas será "que se hagan de forma no traumática, a través de prejubilaciones y desvinculaciones pactadas", según señalaron ayer fuentes sindicales. También se ha confirmado que la integración apenas afectará a la red de oficinas, ya que casi no existe solapamiento geográfico, por lo que la mayor parte de las puestos a amortizar estarán en los servicios centrales.

Por otro lado, ayer tuvo lugar una nueva reunión entre los representantes del SIP en el que toma parte Caja Extremadura y los sindicatos. En el anterior encuentro se habían cifrado en dos mil las bajas que habría que llevar a cabo. Miguel Angel Rodríguez, de Csica en Caja Extremadura, lamentó ayer que la patronal no hubiese "facilitado ni un solo dato de los que pedíamos a pesar de que se había comprometido a ello". Rodríguez incidió en que, sin conocer aspectos como el impacto que tendrá la integración en cada caja, la fórmula que se utilizará para tramitar las bajas, o cómo se compensará a estos trabajadores, es complicado que los sindicatos puedan dar contenido a su propuesta.