Paseo de Cánovas, en Cáceres. A un lado y a otro se suceden las sucursales de Caja Extremadura, Banesto, Caixa Galicia, BBVA, Banca Pueyo, Caixa Geral, Banco Pastor, Citibank o Banco Guipuzcoano. Una decena en apenas 100 metros. En toda Extremadura, hay 1.206 oficinas de entidades financieras; prácticamente una por cada 1.000 habitantes. Pero ¿eso es mucho o es poco? Para la consultora Cognodata, son demasiadas. "La red de oficinas financieras en Extremadura está sobredimensionada", aseguran en esta empresa, que ha realizado un estudio sobre la distribución de las delegaciones existentes en las distintas comunidades autónomas.

En pleno escenario de movimientos en el sector de las cajas de ahorro --el viernes, Caja Extremadura y Caja Badajoz anunciaron que no se fusionarán, sino que buscarán integraciones con entidades de otras comunidades autónomas bajo el sistema de fusión virtual ----, con los bancos a la expectativa, Cognodata concluye que sobran oficinas bancarias. Aquí en Extremadura y también en el resto del país. Aunque lo cierto es que la extremeña es una de las regiones donde mayor resulta ese excedente. Concretamente, es la cuarta donde la red de sucursales está más sobredimensionada. "Sobran 192", apuntan desde la consultora, que se ha basado fundamentalmente en la relación entre el número de oficinas y el nivel de renta y población para establecer el escenario ideal de cada región.

Por tanto, en Extremadura sobran el 16% de las sucursales que hoy están abiertas. Por ello, el estudio considera que será uno de los territorios "más afectados" por el cierre de oficinas que se producirá a lo largo de este año. Desde Cognodata aseguran que el proceso ya se inició el año pasado, con el objetivo --por parte de las entidades-- de adaptarse a la situación económica. Pero en este 2010 se acelerará. Según sus cálculos, cerrarán el 11% de las más de 46.000 oficinas existentes en toda España.

Con esta maniobra, bancos y cajas podrían reducir gastos, aunque no es el único motivo. Las operaciones de fusión que planean sobre todo el sector también conducirán a esta reducción de dependencias para evitar que los recursos se solapen. Pero sea cual sea el motivo, el reto es que no afecte a sus ingresos. Según el informe, la mayoría de los bancos opta por eliminar las oficinas que muestran un nivel de rentabilidad más baja, una estrategia que puede resultar "errónea" porque puede llevar a mantener puntos tradicionales y consolidados en detrimento de mercados de mayor potencial futuro.

Cognodata advierte de que las entidades que gestionen adecuadamente el poceso de cierre podrán retener hasta el 90% de su negocio actual, mientras aquellas que no lo cuiden perderán la mitad del mismo. Así, para una caja o banco que clausure 100 oficinas, gestionar mal el proceso puede suponer una pérdida de entre 45 y 50 millones de euros en sus ingresos.