Jueves Santos es una de las jornadas más ricas de la Semana Santa en Badajoz, pero este año ha sumado dos grandes novedades, La salida de la Soledad por primera vez con su imagen restaurada y el estreno, después de mucho tiempo, de un paso de misterio, el del Santísimo Cristo de la Caridad en su Sentencia, algo que no sucedía desde hacía bastantes años.

La otra procesión del día fue la de la patrona, la Soledad, que fue agasajada por centenares de personas a su salida de la ermita, con la imagen, una talla anónima del XVII de la escuela italiana, recién restaurada, marchando tras Jesús de la Humildad y Paciencia ´El Amarrao´, talla del círculo de Jerónimo Hernández, del siglo XVI y estilo barroco; y el Cristo de la Humillación Ecce Homo, talla anónima del XVII.

Dos horas más tarde salió la Cofradía de la Sagrada Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y con María Santísima de la Aurora, Madre de la de la Iglesia, fundada en el 1982 y que ayer estuvo de estreno, al sacar por primera vez un nuevo paso del Resucitado, del joven imaginero cordobés Adrián Valverde Cantero.

Se trata de un conjunto protagonizado por el Resucitado, junto a Pilatos y dos soldados romanos, Amatius y Antonius, uno de los cuales representa el rostro de uno de los fundadores de la cofradía.

No obstante, la primera en salir fue la de Jesús del Prendimiento, a la una de la madrugada, de la Concepción, sin música, con un profundo sentimiento intensificado por la estética de los nazarenos portando el paso sobre parihuelas sin cubrir. Sobre todo a su paso por el centro histórico, la plaza Alta, donde se celebraron las 14 estaciones del Vía Crucis, así como su paso bajo el Arco del Peso.

Por otro lado, la pasada madrugada, aunque ya Viernes Santo, salió también de la iglesia de San Roque el Cristo de la Paz --un crucificado en elevación, talla anónima del XVI atribuida a Juan Bautista Vázquez el Viejo y recuperada en los 60 por Santiago Arolo--, al son de un golpe de tambor por minuto.

También este desfile tiene momentos intensos, a su paso por el puente del revellín y los jardines de Trinidad.