En Extremadura hay más de 67.000 personas dependientes mayores de 65 años, mientras que sólo existen unas 3.500 camas en residencias geriátricas, lo que se traduce en una plaza para cada 20 ancianos. Pero si diferenciamos las plazas públicas de las privadas, el panorama es aún más alarmante, ya que hay una cama por cada 38 mayores con dependencia. Este panorama obliga en muchos casos a acudir al sector privado para recibir atención pese al coste que supone para un jubilado pagar una plaza de este tipo.

Juan Carlos Campón, director general de Servicios Sociales, en el mes de febrero afirmaba para EL PERIODICO que la finalidad de la Consejería de Bienestar Social era alcanzar cuatro plazas por cada cien mayores dependientes, según el Plan de Mayores 2001-2005, por lo que las plazas públicas se tendrían que incrementar en unas 1.000 camas más para alcanzar este objetivo, casi el 40% más.

La explicación se encuentra en que los geriátricos públicos que existen en Extremadura ofertan en torno a 1.700 plazas, lo que situaría la ratio extremeña en 2,3 camas públicas por cada cien ancianos que no pueden valerse por si mismos.

CENTROS INSUFICIENTES En referencia tanto a los centros privados como a los públicos y concertados, los servicios que se ofrecen como solución parecen insuficientes. Unidos a ese bajo número en las plazas residenciales, el servicio de ayuda a domicilio acoge a 15.415 mayores dependientes, por lo que tan sólo cubre al 7,4%, y aún inferior es la cifra si se trata de la teleasistencia, con 2.789 usuarios, un 1,4%, mientras que al atención en centros de día llega sólo al 0,5% de los afectados. Sumando todas estas alternativas no se alcanza ni el 10% de mayores de 65 años dependientes que no se benefician de una plaza pública.

Según los datos de finales del 2004, la población mayor de 65 años en Extremadura ronda los 200.000. De ellos, 42.000 ancianos viven solos, de los que el 26% son hombres y el 74% restante mujeres. Más de 67.000 de ellos necesita ayuda, por lo que se trata de un sector de población dependiente.

El total de residencias existentes en nuestra región es de 180 centros que acogen alrededor de 8.990 plazas. Las públicas son 117 con 4.792 camas, mientras que las privadas recogen a unos 4.200 ancianos en las 63 residencias privadas.

OBJETIVOS En el Plan para la Atención de Personas Mayores 2001-2005 de la Consejería de Bienestar Social se incluía el objetivo de alcanzar el 25% de las plazas públicas para mayores dependientes, es decir, que cuatro de cada cien personas dependientes se beneficiasen de una plaza de carácter pública.

También se pretendía desde la Administración autonómica incrementar las plazas públicas para dependientes y no dependientes hasta alcanzar una cobertura de 5,2 plazas por cada cien mayores de 65 años, además de aumentar el concierto de las plazas en geriátricos.

El precio medio en España para una de esas plazas privadas varía desde los 1.200 euros mensuales hasta los 2.400. En cuanto a los públicos, la cuantía ronda los 1.200 euros al mes para los no dependientes y los 1.300 para personas dependientes. Ante ello, los ancianos españoles tienen que hacer frente a los gastos con su pensión media de 690 euros mensuales.