Como un sábado cualquiera a las ocho y media de la mañana, el director general del Cacereño, Angel Marcos, se disponía a desayunar en la cafetería del camping anexo al Príncipe Felipe. Su sorpresa fue mayúscula: al aparcar vio cómo una de las torretas de luz del recinto futbolístico estaba en el suelo. Fue un susto que, afortunadamente, no tuvo consecuencias físicas para nadie: en principio, el accidente se produjo a última hora de la madrugada.

Además, varios cristales rotos y vallas publicitarias caídas fueron otros de los efectos del temporal en los terrenos del recinto deportivo del Cacereño.

El jugador Carlos Valverde colgaba en su cuenta de Twitter una espectacular foto con la torreta de luz y los focos en el suelo. Las imágenes que ayer en su edición digital y hoy en la de papel recogía este diario hablan por sí solas del desastre.

30 FOCOS Marcos ya había telefoneado al consejero delegado del club, Antonio Martínez Doblas, y a la empresa Paramio Construcciones, que fue la que en su día (año 1991, antes del partido amistoso internacional entre España y Rumanía) fue la encargada de hacer la instalación. Aquello costó más de 80 millones de pesetas (sobre 500.000 euros) entre todas las torretas, y en concreto cada uno de los focos 80.000 pesetas.

En poco tiempo, los 30 focos fueron retirados por empleados del club, se desconectó el fluido eléctrico y todo pareció normalizarse, aunque a la una de la tarde estallaron algunos cristales del propio recinto cacereño.

"Esto es tremendo", subrayaba Marcos. El equipo apenas había entrenado en el campo anexo de La Mesa antes de viajar en autobús a La Roda, donde hoy juegan su partido liguero de Segunda División B.

El Cacereño tiene contratado un seguro para el estadio Príncipe Felipe, pero insiste en que el recinto necesita reformas integrales de cierta magnitud.

De todas maneras, el recinto de la entidad verde está especialmente gafado cuando llegan las circunstancias meteorológicas especialmente adversas: ya se cayó otra torreta en el año 98 y en otros temporales ha habido otros sucesos: en una ocasión voló un banquillo y en otra la pared de Preferencia también se derribó, también sin consecuencias para la salud de las personas, al igual que ayer.